Julio César Chávez Jr. fue alguna vez considerado la futura promesa del boxeo mexicano gracias a las expectativas que los fanáticos de su padre, la leyenda del boxeo Julio César Chávez, tenían de él. Sin embargo, aunque Chávez Jr. sí incursionó en el mundo del box y alguna vez se barajeó la posibilidad de que enfrentara a Saúl “Canelo” Álvarez, no llegó a hacer más.

Siguió los pasos de su padre no sólo en el ring, sino también afuera de este, pues cayó en el mundo de los excesos, las drogas, el alcohol y posteriormente en el anexo.

Julio César Chávez Jr. habló por primera vez tras permanecer un año internado en un anexo. Fue en el podcast “Un Round Más”, conducido por el ex pugilista Marco Antonio Barrera, donde Chávez abrió su corazón y relató con crudeza cómo fue su estancia en el centro de rehabilitación donde alguna vez también estuvo internado su padre.

Julio se sinceró y dejó ver el rencor que guardó a su padre durante sus primeras semanas en el anexo: “Estuve un año en el lugar donde estuvo mi papá, un año anexado, tuve un proceso, un tratamiento y pues me cayó como balde de agua helada porque nunca pensé estar en un lugar así, pero siempre he pensado que las cosas hay que tomarlas para algo bueno, al principio decía está bien gacho esta madre, cuando salga voy a matar a mi papá, a todos los que me metieron aquí”, indicó.

Sin embargo, Chávez Jr. reconoció cómo, con el paso del tiempo, su percepción hacia la vida cambió de manera contundente.

“Tomé las cosas para bien, salí motivado a entrenar para continuar con mi carrera, porque esa fue la motivación, te comparto que yo no tomaba ni me drogaba, usaba muchas pastillas para bajar de peso y se me convirtió en un problema, quería tomar más y más y me estaban haciendo daño”.