La cubana Ana de Armas se convirtió en la primera mujer originaria de su país en ser nominada en la categoría a Mejor Actriz de Reparto en los Premio Óscar gracias a su actuación en la cinta cinematográfica “Blonde”, donde interpreta al ícono sexual más grande de la historia, Marilyn Monroe.

La película dirigida por Andrew Dominik es amada y odiada a partes iguales por la crítica y los espectadores. Unos consideran que es una obra maestra y otros creen que es un desastre de mal gusto por el alto contenido de violencia sexual. De hecho, Blonde fue la película más nominada en los Razzies (los considerados como premios antiOscar) de este año. Solo un día después, la actriz fue nominada al Oscar.

Es durante la alfombra roja, antes de que iniciara la ceremonia, que la actriz vivió un incómodo momento cuando concedía una entrevista a medios latinos. El presentador argentino de TNT Axel Kuschevatzky, le preguntó sobre el largo camino que recorrió para llegar al lugar en el que se encuentra y cometió un error al asegurar que de Armas vivió durante semanas en el sillón de Alex Pettyfer. 

“(…) Venir a Estados Unidos, vivir durante semanas en el sillón de Alex Pettyfer, hiciste un esfuerzo muy grande (…)”, dijo Kuschevatzky.

La sorpresa fue evidente en el rostro de la nominada al Óscar, pues la sonrisa se le borró al instante y rápidamente quiso tomar el micrófono del presentador para corregirlo: “¿Quién? Yo no viví en ningún sillón”, afirmó.

La entrevista terminó entre tartamudeos de Kuschevatzky mientras explicaba que su intención era preguntar por todo lo que tuvo que pasar para finalmente ser una de las nominadas. “Han sido años de mucho trabajo, de mucho esfuerzo y sacrificio, de dejar gente atrás y de arriesgar, pero creo que esos son los frutos”, compartió de Armas antes de retirarse.