Redacción por: Liliana Silva

Alrededor del 6 por ciento de la población sufre del trastorno depresivo persistente llamado distimia, lo que afecta de manera emocional y social, de acuerdo al conteo realizado por  Organización Mundial de la Salud (OMS)

El trastorno de depresión persistente o también llamado distimia, es un tipo de depresión que provoca sufrimiento, dificultando realizar actividades de manera eficaz, tanto laborales como escolares y familiares.

Una de las alertas principales que se tiene que tomar en cuenta es: tener poco apetito o sobrealimentación, insomnio o exceso de sueño, poca energía o fatiga, vivir con baja autoestima, o presentar falta de concentración o dificultad para tomar decisiones y sentimientos de desesperanza, son señales de alerta frente a un posible cuadro de distimia.

El no tener buen equilibrio emocional, como el estar constantemente triste, el sentir un vacío o irritabilidad, la apatía y el desinterés por realizar ciertas actividades, puede ser el inicio de un trastorno depresivo persistente o bien puede convertirse en una depresión.

La diferencia entre una depresión y la distimia, es que la distimia supera los dos años con el problema y el estado de ánimo persiste durante todo el día, por ejemplo, la tristeza. En cambio, la depresión sólo dura alrededor de dos semanas de acuerdo con la OMS.

Cabe señalar que tanto niños como adolescentes y adultos pueden padecerla, y los factores varían dependiendo de la situación en la que se encuentre cada persona, ya sea por el temperamento, ambiente donde creció, la genética y fisiología.

Es recomendable acercarse con un profesional de la salud mental y posterior a ello crear una red de apoyo con las personas mas cercanas, por ejemplo, familia, amigos y personas de confianza.

Emmanuel Rodríguez, docente de la escuela de Psicología CETYS Universidad Campus Mexicali opinó: “Lo mejor que podemos hacer es confiar en los profesionales de la salud mental, ya sea de manera privada o a través de centros de atención pública o educativas, haciendo el esfuerzo de vencer el prejuicio o creencia que en ocasiones se tiene respecto al acudir al psicólogo y psiquiatra”.

El tratamiento psicológico es un proceso no lineal de acompañamiento y, en ocasiones, es prolongado. Sin embargo, “hablar de la distimia es contribuir a comprender y concientizar sobre un tipo de depresión que muchas personas padecen, además de prevenir y ayudar a encontrar un manejo más eficaz de los síntomas”, concluyó el docente de Cetys.