El presidente sirio Bashar al-Assad ha sido derrocado tras más de dos décadas en el poder. Las fuerzas rebeldes, lideradas por islamistas, lograron un avance relámpago hacia Damasco, lo que obligó a Assad a huir de la capital. Este desenlace pone fin a más de 50 años de dominio de la familia Assad en Siria.

Rusia, principal aliado del exmandatario, confirmó el domingo que Assad había dimitido y había abandonado el país. Según informes de agencias estatales rusas, Assad y su familia llegaron a Moscú, donde se les otorgó asilo por razones humanitarias. Aunque el Kremlin ha recibido garantías de seguridad para sus bases militares y puestos diplomáticos en Siria, el futuro de las relaciones bilaterales entre ambos países queda en incertidumbre.

Celebraciones en las calles y el futuro rebelde

La caída del gobierno de Assad fue recibida con celebraciones masivas en Damasco. Multitudes ondearon la bandera revolucionaria siria, mientras algunos saquearon el palacio presidencial. Abu Mohammed Al Jolani, excomandante de Al Qaeda y líder de Hayat Tahrir al-Sham, apareció públicamente en la mezquita de los Omeyas, declarando la caída de Assad como "una victoria para la nación islámica". Sin embargo, los antecedentes de este grupo y su designación como organización terrorista por Estados Unidos y otros países plantean preguntas sobre el futuro de Siria.

Syria celebrates the fall of Bashar al Assad. pic.twitter.com/5oGi3XPRlG

— Çağatay Cebe (@Mucagcebe) December 8, 2024

Impacto regional y reacciones internacionales

La salida de Assad ha generado tensiones en toda la región. El Líbano y Jordania cerraron sus pasos fronterizos con Siria, mientras que Israel aumentó su presencia militar en los Altos del Golán. En Estados Unidos, el presidente Joe Biden calificó la caída de Assad como "un acto fundamental de justicia" y subrayó la necesidad de evaluar cuidadosamente las acciones de los rebeldes.

Biden también reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la estabilidad en Siria, asegurando que las tropas estadounidenses en el noreste del país permanecerán para evitar un resurgimiento del Estado Islámico. Por su parte, el presidente electo Donald Trump enfatizó que Rusia y sus aliados, debilitados por la guerra en Ucrania, habían retirado su apoyo a Assad, facilitando su caída.

🇸🇾 ¡Damasco cae!

Tras más de 50 años de régimen baazista en Siria, el dictador Bashar Al-Assad, conocido como “el carnicero de Damasco”, ha sido derrocado.

Que esto sea un presagio, de lo que pronto podría ocurrir, con el tirano Nicolás Maduro en Venezuela. pic.twitter.com/W3b1n6FLyb

— Mónica Saade (@pelinegra0818) December 8, 2024

La transición política en Siria estará marcada por complejidades. Aunque los rebeldes prometen establecer un gobierno inclusivo, las divisiones internas y los antecedentes de terrorismo podrían obstaculizar este objetivo. Además, la comunidad internacional enfrenta el desafío de garantizar la estabilidad regional y prevenir nuevas crisis humanitarias.

La caída de Assad marca el fin de una era en Siria, pero también abre un capítulo lleno de incertidumbres. Los próximos pasos de los actores internacionales y locales serán cruciales para determinar el futuro de un país devastado por más de una década de guerra civil.