En el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, al menos 20 personas, entre ellas seis niños, perdieron la vida tras un bombardeo israelí. La agencia palestina de noticias Wafa confirmó que el ataque afectó una vivienda de la familia Al Madi y causó graves daños a casas vecinas en el Bloque C del campamento.

El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal, declaró que los equipos de rescate recuperaron varios cuerpos y atendieron a numerosos heridos. "Israel atacó sin piedad", afirmó Basal, quien destacó la creciente dificultad de las labores humanitarias en medio de los constantes ataques.

Según informó el Ministerio de Sanidad de Gaza, durante la jornada del 6 de diciembre, al menos 63 personas murieron en diferentes bombardeos en la región. Del total, 35 fallecieron en el norte de Gaza, en las ciudades asediadas de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun. Entre las víctimas también se registró la muerte de una joven en una tienda de refugiados tras otro ataque de artillería israelí.

En días recientes, el campamento de Nuseirat también fue escenario de otra tragedia. Un bombardeo dirigido contra una reunión de civiles en un punto de distribución de alimentos mató a cinco personas, cuatro de ellas menores.

La situación de los niños en Gaza es particularmente alarmante. En poco más de un año de ofensiva israelí, el número de menores fallecidos supera los 17 mil, según cifras del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. Además, más de 35 mil niños han quedado huérfanos de uno o ambos padres, una tragedia que refleja el impacto devastador del conflicto en las generaciones futuras.

La guerra en Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023 tras la respuesta israelí a los ataques de milicianos palestinos, ha cobrado la vida de 44 mil 612 palestinos y ha dejado 105 mil 834 heridos. Además, las autoridades locales denuncian que más de 11 mil cuerpos permanecen bajo los escombros o en zonas inaccesibles debido a los bloqueos.

En el norte del enclave, los equipos de rescate no han podido operar durante más de dos meses debido al cerco militar israelí, lo que agrava la crisis humanitaria. Mientras tanto, el Ejército israelí, que no ha emitido comentarios sobre el reciente ataque en Nuseirat, insiste en que necesita más información para evaluar lo ocurrido.