En una ceremonia cargada de simbolismo, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris participaron este jueves en el encendido del árbol de Navidad de la Casa Blanca, marcando la última Navidad de la administración Biden antes de la transición del poder a Donald Trump. El lema de las celebraciones, “Temporada de paz y luz”, buscó transmitir un mensaje de reflexión y unión en un momento de cambio político.

Biden fue el encargado de dirigirse al público desde el escenario, extendiendo un mensaje de agradecimiento y esperanza. “La paz se siente cuando reflexionamos sobre las cosas por las que debemos estar agradecidos, y la luz brilla cuando compartimos tiempo con nuestros seres queridos”, expresó antes de cerrar con un emotivo “Que Dios os bendiga a todos y proteja a nuestras tropas”. Harris, quien observó la ceremonia desde el público junto a su esposo, Douglas Emhoff, fue mencionada por Biden en su bienvenida a los asistentes, subrayando la colaboración entre ambos líderes durante los últimos años.

Tras su derrota electoral el pasado 5 de noviembre frente a Trump, Harris ha reducido significativamente su presencia pública. Recientemente, concluyó una semana de descanso en Hawái en compañía de su familia y asesores cercanos. Sin embargo, no ha dejado de considerar su futuro político. Fuentes citadas por Politico indican que evalúa dos posibles caminos: una nueva candidatura presidencial en 2028 o aspirar al cargo de gobernadora de California dentro de dos años.

 

 

 

 

 

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La ceremonia de este jueves fue breve pero significativa. El protagonista de las festividades, un imponente abeto de 18.5 pies (casi 6 metros), fue seleccionado por su resistencia al huracán Helene en Carolina del Norte y provenía de la granja de abetos navideños de la familia Cartner, ganadora del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad. Este majestuoso ejemplar simbolizó resiliencia y esperanza en tiempos de transición.

Con la fecha del 20 de enero marcada en el calendario para la asunción de Trump, los Biden y Harris cerraron el año con un mensaje de paz y unidad. Este evento no solo celebró la tradición navideña, sino que también marcó el fin de una era política, dejando una estela de reflexión sobre los retos y logros de los últimos cuatro años.