Tras semanas de intensas negociaciones, Israel y Líbano están más cerca que nunca de alcanzar un acuerdo de alto al fuego, según confirmó una fuente cercana a las conversaciones. Esta noticia llega después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, haya dado su aceptación preliminar a la propuesta presentada por el mediador estadounidense Amos Hochstein. 

La propuesta de alto al fuego contempla una serie de medidas estructuradas en tres fases. Primero, se establecería una tregua seguida por el repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani. Luego, se plantearía la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano, y finalmente, se abrirían negociaciones entre ambos países sobre la demarcación de su frontera, que actualmente está definida por la ONU desde la guerra de 2006.

A pesar de los avances, la fuente señaló que existen ciertas reservas por parte de Israel, especialmente en relación con la "libertad de acción" que el país demanda para tomar medidas militares dentro de Líbano si Hezbolá viola los términos del alto al fuego. Esta condición ha generado tensiones, ya que Líbano y Hezbolá rechazan rotundamente la idea de que el ejército libanés asuma el control completo de la frontera, lo que se considera una de las principales diferencias en las negociaciones. Sin embargo, según la fuente, es posible que este punto se resuelva mediante una redacción más ambigua en el acuerdo final.

Por otro lado, el acuerdo también prevé la creación de un organismo internacional encabezado por Estados Unidos para supervisar el cumplimiento de la tregua, con la participación de Reino Unido, Alemania y Francia. La inclusión de Francia en este proceso, a pesar de las reticencias iniciales de Israel, ha sido clave para desbloquear las conversaciones. En octubre, la postura de Francia, que sugirió un embargo de armas a Israel, había tensado las relaciones, pero finalmente se llegó a un consenso para que el país galo participe en la supervisión.

No obstante, el ambiente sigue siendo tenso. Las hostilidades entre las fuerzas israelíes y Hezbolá han aumentado en los últimos días. Este fin de semana, Israel realizó un fuerte bombardeo aéreo sobre Líbano, incluido un ataque en el centro de Beirut que dejó al menos 29 muertos. En respuesta, Hezbolá disparó más de 250 proyectiles hacia Israel, lo que ha elevado la preocupación por el colapso de las negociaciones.

En medio de estos desarrollos, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, se ha mostrado abiertamente contrario a cualquier acuerdo de alto al fuego, exigiendo que el gobierno continúe con la ofensiva hasta lograr una "victoria absoluta". Estas declaraciones podrían dificultar la aprobación final del acuerdo dentro del gabinete israelí, ya que varios funcionarios siguen divididos sobre cómo proceder.

El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, indicó que, aunque se ha avanzado en las conversaciones, aún quedan "asuntos por resolver", sin ofrecer más detalles sobre los obstáculos restantes. Mientras tanto, Amos Hochstein, el mediador estadounidense, también señaló la semana pasada en Beirut que se habían producido “avances significativos” hacia una tregua, pero dejó claro que aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo.