Un incendio en una residencia de mayores en Villafranca de Ebro, cerca de Zaragoza, ha dejado al menos diez víctimas mortales y dos heridos graves. Este trágico suceso, ocurrido en la madrugada del viernes, ha sido calificado como el incendio más letal en una residencia de este tipo en España en lo que va del siglo.

El fuego, que comenzó en una de las habitaciones del centro, se propagó rápidamente causando una gran cantidad de humo, lo que dificultó la evacuación de algunos de los residentes. La mayoría de las víctimas eran personas con movilidad reducida, discapacidad o problemas de salud mental, lo que hizo que su evacuación fuera aún más complicada. De los 69 residentes del centro, los trabajadores y vecinos del pueblo lograron evacuar a la mayoría de los supervivientes antes de la llegada de los bomberos. Sin embargo, los diez fallecidos no pudieron ser rescatados a tiempo debido a sus graves dificultades de movilidad.

A pesar de la magnitud del incendio, el resto del edificio fue preservado gracias a una puerta cortafuegos que evitó la propagación de las llamas a otras áreas del asilo. El personal de la residencia y algunos vecinos actuaron rápidamente para poner a salvo a los demás residentes, mientras que los bomberos llegaron al lugar para extinguir las llamas.

En cuanto a los heridos, se informó que dos residentes resultaron gravemente heridos, mientras que otros, incluidos un guardia civil y varios residentes adicionales, fueron atendidos por inhalación de humo, aunque su pronóstico es leve. La mayoría de los afectados fueron atendidos por equipos de emergencias, que incluyeron bomberos, Protección Civil, psicólogos y trabajadores sociales.

El origen del incendio está siendo investigado por la Guardia Civil, aunque se maneja la hipótesis de que pudo haber sido causado por un cigarrillo, algo que está prohibido en las habitaciones de la residencia, según confirmó Paquita Morata, gerente de la asociación que gestiona el centro. Morata destacó que, a pesar de esta tragedia, las instalaciones cumplían con todas las normativas de seguridad, incluidos los sistemas de prevención de incendios y las inspecciones periódicas.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su consternación a través de un mensaje en redes sociales, transmitiendo su pésame a las familias de las víctimas y a los trabajadores del centro. La residencia, que abrió sus puertas en 2008, cuenta con medidas de seguridad como las puertas cortafuegos, y organiza simulacros de evacuación cada año.