La transición presidencial en Estados Unidos marcó un momento simbólico cuando la primera dama saliente, Jill Biden, extendió una invitación a Melania Trump para tomar el té en la Casa Blanca. Sin embargo, Melania declinó la invitación, y la esperada reunión entre ambas primeras damas no se llevó a cabo.

En la mañana de hoy, mientras el presidente Joe Biden y el mandatario electo Donald Trump se reunían en el Despacho Oval para dar inicio formal al proceso de transición, Jill Biden tuvo la intención de recibir a Melania en la residencia presidencial, en un gesto de cortesía que ha sido tradición en cambios de administración anteriores. A través de un breve comunicado, la oficina de Melania Trump confirmó su ausencia, destacando que la señora Trump "desea éxito" a su esposo en su retorno a la presidencia y en este proceso de transición, sin ofrecer más explicaciones.

En lugar del encuentro planeado, Jill Biden aprovechó la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para entregarle en mano una carta de felicitación dirigida a Melania. Según la oficina de la primera dama, la misiva contenía un mensaje de bienvenida y la disposición del equipo de Jill Biden para colaborar con la transición en temas relacionados con las responsabilidades de la primera dama.

La reunión entre los presidentes actual y electo, así como el simbolismo del intercambio de cortesías entre las primeras damas, resalta una diferencia respecto al periodo anterior de cambio presidencial. En 2020, Donald Trump no aceptó la derrota frente a Biden, lo que impidió una reunión similar entre ambos mandatarios y sus esposas. En cambio, en 2016, Barack Obama y Michelle Obama sí recibieron a los Trump en la Casa Blanca, donde Michelle Obama mostró a Melania algunas de las áreas privadas de la residencia presidencial.

Actualmente, Melania pasa la mayor parte de su tiempo en Nueva York junto a su hijo, Barron, quien asiste a la escuela en dicha ciudad, mientras que Donald Trump reside principalmente en Florida. Esta distancia geográfica no es nueva; durante su primer mandato, Melania retrasó su mudanza a Washington hasta que Barron concluyera el año escolar.

La transición culminará el 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump asuma oficialmente la presidencia, un evento que marca un retorno histórico al poder para el republicano y una nueva configuración para el rol de la primera dama, ahora de regreso en manos de Melania Trump.