El equipo que acompañará a Donald Trump en su segundo mandato está tomando forma, con varios nombres clave en las primeras decisiones del futuro presidente de Estados Unidos. Tras la victoria electoral sobre Kamala Harris, el exmandatario ha comenzado a perfilar a sus colaboradores más cercanos, muchos de los cuales fueron leales durante su primer mandato, mientras que otros provienen de ámbitos empresariales o políticos distintos a los de su círculo habitual.

Uno de los primeros anuncios de Trump ha sido el nombramiento de Susie Wiles como jefa de gabinete de la Casa Blanca. Wiles, quien fue pieza clave en la campaña electoral del republicano, es la primera mujer en ocupar este importante cargo. Según el propio Trump, su éxito electoral se debe en gran medida a su estrategia y dedicación, lo que le asegura un puesto clave en la Casa Blanca.

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, también podría tener un rol fundamental en la nueva administración. Trump le ofreció dirigir una oficina dedicada a la "eficiencia gubernamental", un cargo que tendría como objetivo reducir el gasto burocrático y hacer frente al "Estado profundo" que Trump ha criticado en sus discursos. Musk, propietario de Tesla y SpaceX, ha sido un firme defensor de la candidatura de Trump, especialmente en su red social X.

Además, se especula con la posibilidad de que Robert F. Kennedy Jr., sobrino del fallecido presidente John F. Kennedy, ocupe algún cargo relevante en el gabinete. Después de retirarse de la carrera presidencial como independiente para respaldar a Trump, Kennedy ha sido vinculado a temas relacionados con la política sanitaria, dado su activismo en contra de las vacunas.

En cuanto a la fiscalía general, uno de los nombramientos más delicados para Trump, se espera que el presidente elija a una figura leal que pueda lidiar con los casos penales que enfrenta por su rol en el asalto al Capitolio y por el manejo de documentos clasificados. Nombres como Jeff Clark, exfiscal general adjunto y uno de los imputados en la investigación de Georgia, o Ken Paxton, fiscal general de Texas, figuran entre los posibles candidatos.

También podría interesarte: Expone Donald Trump su visión en el primer discurso como presidente electo

En el ámbito de la política exterior, el senador de Florida Marco Rubio es uno de los más mencionados para el cargo de Secretario de Estado. Su fuerte postura sobre América Latina durante el primer mandato de Trump lo ha puesto en el radar, aunque algunos asesores del republicano advierten que su perfil "halcón" podría entrar en conflicto con la política aislacionista que Trump promueve bajo el lema "América Primero". También se baraja el nombre de Richard Grenell, exembajador de Trump en Alemania y un defensor acérrimo de sus políticas, quien ha mantenido una relación cercana con el expresidente, incluso participando en el intento de revertir los resultados electorales de 2020.

Para la Secretaría de Defensa, Trump considera a Mike Pompeo, quien ya ocupó el cargo de Secretario de Estado en su primer mandato. Otros posibles candidatos para dirigir el Pentágono incluyen a Mike Waltz, congresista de Florida y coronel retirado de la Guardia Nacional, así como al senador Tom Cotton, un crítico del Partido Demócrata y defensor de políticas de seguridad nacional más estrictas.

En el Departamento del Tesoro, se especula con la posible vuelta de Robert Lighthizer, quien fue representante de Comercio Exterior durante el primer mandato de Trump. Lighthizer es conocido por su escepticismo hacia el libre comercio y su postura firme en la guerra comercial con China. Además, algunos importantes donantes de la campaña republicana, como los empresarios Howard Lutnick, Scott Bessent y John Paulson, también podrían tener cabida en su equipo económico.

Para el Departamento de Energía, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, suena como uno de los posibles nombres, mientras que Betsy DeVos, exsecretaria de Educación, podría regresar al cargo, en línea con la promesa de Trump de reducir al mínimo esa dependencia del gobierno.