Un nuevo brote de violencia ha sacudido los municipios de Culiacán y Navolato, en Sinaloa, dejando un saldo trágico de diez personas asesinadas, entre ellas siete hombres y tres mujeres. La escalada de agresiones comenzó la noche del viernes, afectando tanto a civiles como a las fuerzas de seguridad, en medio de operativos y emboscadas por parte de grupos armados.

Uno de los ataques más graves ocurrió cuando elementos de la seguridad pública, que vigilaban un punto de control en la carretera Culiacán-Navolato, fueron emboscados por civiles armados. Durante el enfrentamiento, el policía Iván Orlando "N" y Carmen "N" perdieron la vida, mientras que dos agentes resultaron heridos. Tras el ataque, la Guardia Nacional y el Ejército implementaron un operativo para localizar al grupo armado responsable, sin éxito hasta el momento.

En otro violento episodio, en una vivienda en la colonia República Mexicana de Culiacán, un hombre y una mujer fueron asesinados a balazos. Testigos afirman que las víctimas se encontraban en el lugar, donde supuestamente se realizaban apuestas clandestinas, cuando los agresores irrumpieron en la vivienda, dispararon y luego huyeron.

Horas después, el cuerpo de otro hombre fue hallado en el libramiento que conecta con la carretera Benito Juárez. La víctima, con las manos atadas a la espalda, presentaba varios impactos de bala. También en la capital sinaloense, una sexta víctima fue localizada cerca de la avenida Benjamín Hill en la zona de Barrancos; el cadáver tenía heridas de bala y fue encontrado en un área comercial.

Los ataques continuaron en la sindicatura de Costa Rica, sobre la carretera Culiacán-Eldorado, donde fueron hallados los cuerpos de dos hombres con signos de tortura y disparos, aún sin identificar.

Finalmente, en la autopista Benito Juárez, en la ruta Culiacán-Los Mochis, una camioneta fue atacada por un grupo armado. En el tiroteo, un hombre y una mujer fallecieron, mientras que un tercer pasajero resultó herido de gravedad. La agresión incrementa la preocupación entre la población local por la creciente inseguridad en Sinaloa.

La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa ha reforzado su presencia en estas zonas, mientras las investigaciones avanzan en torno a las posibles conexiones entre los diversos ataques que han enlutado al estado en las últimas horas.