En medio de un apagón masivo que afecta a gran parte del país desde el viernes, las autoridades cubanas lograron restablecer 500 megavatios (MW) de electricidad este sábado, lo que apenas cubre el 16% de la demanda total, que ronda los 3 mil MW. El incidente fue provocado por una avería en la principal termoeléctrica de Cuba, la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas.

Algunas zonas de La Habana, como Boyeros, Habana del Este, San Miguel del Padrón y Cotorro, han recuperado el suministro eléctrico, al igual que algunas comunidades de provincias como Pinar del Río, Sancti Spíritus y Las Tunas. Sin embargo, la mayor parte del país continúa sin electricidad, mientras las autoridades trabajan intensamente para reactivar la Guiteras y sincronizar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que colapsó por completo el viernes.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, participó en una reunión con representantes del sector energético para supervisar los esfuerzos de restauración. La Presidencia compartió imágenes del encuentro a través de la plataforma X (antes Twitter), subrayando la gravedad de la situación.

Desafíos en la restauración del sistema eléctrico

El proceso de recuperación del SEN se realiza de forma gradual, creando áreas con corriente en diferentes puntos del país. Estas zonas se conectan progresivamente con otras para reactivar las centrales termoeléctricas y estabilizar el sistema. Sin embargo, un nuevo fallo dejó nuevamente a oscuras varias áreas que ya habían recuperado el suministro, lo que ha complicado aún más la situación.

La CTE Antonio Guiteras, construida hace más de cuatro décadas con tecnología soviética, es fundamental para la generación de electricidad en Cuba. No obstante, enfrenta problemas recurrentes debido a su antigüedad, falta de inversión y un mantenimiento deficiente. Este panorama se ve agravado por el déficit de combustibles, ya que el país sólo produce tres millones de toneladas de las ocho millones que requiere anualmente.

Un sistema energético en crisis

El apagón actual es un reflejo de la crisis energética crónica que enfrenta Cuba. Las termoeléctricas del país, que ya tienen décadas en funcionamiento, sufren constantes averías debido a su desgaste, y la falta de combustible importado ha profundizado los problemas. Para aliviar la situación, el gobierno ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes. Sin embargo, los apagones son cada vez más frecuentes, afectando gravemente la economía del país, que en 2023 se contrajo un 1.9%.

Impacto social y político

Además de sus repercusiones económicas, los cortes de electricidad han exacerbado el descontento social, generando protestas antigubernamentales. Las más grandes en décadas ocurrieron el 11 de julio de 2021, seguidas por manifestaciones en marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.

La última vez que Cuba experimentó un apagón de esta magnitud fue en septiembre de 2022, cuando el huracán Ian provocó un colapso similar en el SEN, dejando a toda la isla a oscuras durante días. Las autoridades alertan que la proximidad del huracán Oscar podría complicar aún más la situación en las próximas horas.