Luis Ernesto Miramontes Cárdenas (1925-2004) fue un químico mexicano cuya contribución científica ha dejado una huella profunda en la medicina moderna. 

Es más conocido por haber sintetizado la primera molécula activa con acción anovulatoria por vía oral, un avance crucial para la creación de la píldora anticonceptiva.

En 1951, Miramontes, entonces un joven de 26 años y estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajaba en el laboratorio del químico húngaro-mexicano George Rosenkranz en la empresa Syntex, junto con Carl Djerassi. En ese contexto, Miramontes realizó la síntesis de la noretisterona, un compuesto esteroide que sería la base para los anticonceptivos orales. 

La noretisterona es un progestágeno sintético que impide la ovulación y, por lo tanto, previene el embarazo. Este descubrimiento fue revolucionario, ya que facilitó el desarrollo de la píldora anticonceptiva, que ha tenido un impacto monumental en la planificación familiar y los derechos reproductivos en todo el mundo.

Gracias a su trabajo, Luis Miramontes es reconocido como una de las figuras más importantes en la historia de la química y la medicina en México y a nivel internacional. Su logro fue incluido por la Sociedad Química de Estados Unidos como uno de los 25 hitos más importantes de la química del siglo XX. A lo largo de su carrera, Miramontes también realizó investigaciones en otros campos de la química, publicando numerosos artículos científicos.

Aunque no siempre recibió el reconocimiento que merecía fuera del ámbito científico, su legado como uno de los creadores de la píldora anticonceptiva le ha asegurado un lugar destacado en la historia de la ciencia.