En días recientes, se viralizó una ponencia ofrecida por el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, desde Madrid, España, en la cual hizo fuertes declaraciones sobre la actual situación del país y su gobierno. Durante su participación en el panel titulado “UE y América Latina, ¿qué futuro?”, organizado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), Calderón afirmó que tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como el partido Morena tienen vínculos con el crimen organizado. Según el exmandatario, México vive actualmente una "caída institucional", donde Morena, a su parecer, es una versión modernizada del PRI, pero con el respaldo de la tecnología, el dinero, el ejército y el narcotráfico.

Las declaraciones de Calderón causaron revuelo, y desde su mañanera, AMLO respondió de manera contundente, calificando de "hipócrita" a su antecesor por hacer tales acusaciones. López Obrador subrayó que uno de los principales colaboradores de Calderón, Genaro García Luna, está próximo a recibir sentencia en Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico, lo cual, según el actual presidente, refleja la verdadera complicidad entre el gobierno de Calderón y el crimen organizado.

Durante su intervención, Calderón también criticó la estrategia de seguridad de la actual administración, al señalar que mientras su gobierno luchó abiertamente contra el narcotráfico, el gobierno de López Obrador ha adoptado una postura de "abrazos, no balazos", lo que a su juicio ha generado una crisis de seguridad en el país. Ante estas críticas, AMLO reiteró que su administración no es cómplice de grupos delictivos y recordó que el juicio de García Luna es una prueba de que durante el sexenio de Calderón se vivió un "narcoestado".

En un tono más personal, López Obrador lamentó las acusaciones de Calderón y calificó su postura como un reflejo del pensamiento conservador y elitista que siempre ha representado la derecha mexicana. Según el presidente, el pueblo de México está más consciente que nunca y ha identificado a sus opositores como "falsarios e hipócritas".