En un día marcado por la violencia, decenas de personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas en una serie de ataques aéreos israelíes sobre Líbano, según informaron las autoridades locales.

Este lunes se convirtió en el día más mortífero desde la guerra de 2006 entre Israel y Líbano, elevando las tensiones en una región ya al borde de un conflicto mayor.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que los ataques forman parte de un esfuerzo por alterar el "equilibrio de poder" en su frontera norte. Las Fuerzas de Defensa de Israel llevaron a cabo las ofensivas más intensas contra objetivos de Hezbolá en casi dos décadas, mientras crecen los temores de una guerra regional más amplia.

Por su parte, el subcomandante de Hezbolá advirtió sobre una "batalla sin límites" que se está librando, mientras el grupo lanzó algunos de sus ataques más profundos en territorio israelí en décadas. Este nuevo nivel de enfrentamiento entre Israel y Hezbolá ha desatado preocupaciones internacionales sobre la posible expansión del conflicto en el Medio Oriente.

Mientras tanto, Israel también evalúa un plan para desplazar a la población palestina del norte de Gaza en un intento de sitiar a Hamás y presionar por la liberación de rehenes. Este movimiento ha generado preocupación entre organizaciones humanitarias, que advierten sobre las consecuencias devastadoras de un posible éxodo masivo y el aumento de la violencia en la región.