El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que afecta a las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco crucial para la producción de anticuerpos en el sistema inmunológico. 

Aunque es menos conocido que otros tipos de cáncer, su impacto es devastador. Este cáncer, que representa aproximadamente el 1% de los cánceres diagnosticados en todo el mundo, ataca silenciosamente, debilitando el cuerpo al afectar los huesos, los riñones y el sistema sanguíneo.

El mieloma múltiple se desarrolla cuando las células plasmáticas se vuelven malignas y se multiplican sin control en la médula ósea, lo que desplaza a las células normales y dificulta la producción de anticuerpos sanos. Esto deja al paciente vulnerable a infecciones recurrentes, anemia y otros trastornos. Los síntomas comunes incluyen dolor óseo, fatiga extrema, fracturas y problemas renales.

A pesar de los avances en el tratamiento del cáncer, el mieloma múltiple sigue siendo un desafío médico. No tiene cura definitiva, aunque los tratamientos han mejorado significativamente en los últimos años. Los pacientes suelen recibir una combinación de quimioterapia, inmunoterapia, y trasplante de médula ósea. Sin embargo, la supervivencia depende en gran medida de la detección temprana y la capacidad de manejo a largo plazo.

El mieloma múltiple es más común en personas mayores de 60 años y en hombres, con factores de riesgo asociados como la exposición prolongada a productos químicos o antecedentes familiares de la enfermedad. No obstante, aún se desconoce la causa exacta.

Para los pacientes, vivir con mieloma múltiple implica una vigilancia constante, múltiples rondas de tratamiento y la adaptación a una nueva realidad física. La investigación continúa en la búsqueda de terapias más efectivas y una mejor comprensión de las causas del cáncer.