La maratonista ugandesa Rebecca Cheptegei falleció este jueves en Eldoret, Kenia, cuatro días después de ser rociada con gasolina y quemada por su pareja, Dickson Ndiema Marangach. Cheptegei, de 33 años, quien participó en la maratón de los Juegos Olímpicos de París y terminó en la 44ª posición, murió a causa de las graves quemaduras que afectaron más del 80% de su cuerpo, lo que provocó un fallo multiorgánico, según el doctor Kimani Mbugua del Moi Teaching and Referral Hospital.

El ataque ocurrió el pasado domingo cuando Marangach irrumpió en la casa de Cheptegei en Endebess mientras ella estaba en la iglesia con sus hijas. El informe policial indica que la pareja había tenido constantes discusiones familiares. El incidente, presenciado por las hijas de Cheptegei, ha suscitado una ola de condena a nivel internacional.

Dirigentes de los Juegos Olímpicos de París y activistas por los derechos de las mujeres han expresado su profunda tristeza e indignación por el crimen. El Comité Olímpico de Uganda y Athletics Kenya han condenado enérgicamente el feminicidio y demandado el fin de la violencia de género. Este trágico evento subraya la alarmante realidad de la violencia contra las mujeres en el ámbito deportivo y más allá.

El padre de Cheptegei, Joseph, ha indicado que el conflicto sobre un terreno adquirido por su hija fue el origen de la disputa que llevó al ataque. Este caso se une a una serie de incidentes similares en el atletismo keniano, incluyendo el asesinato de la atleta Agnes Tirop en 2021 y la sospechosa muerte de Damaris Mutua en 2022, lo que destaca un preocupante patrón de violencia en el deporte.