La noche del 4 de septiembre, Tijuana vivió una velada inolvidable con la llegada de Luis Miguel, quien iluminó la ciudad fronteriza con su presencia. Miles de tijuanenses se congregaron en el Estadio Caliente para disfrutar de un concierto lleno de éxitos del icónico cantante.

Desde temprano, los fans comenzaron a llegar, llenando no solo el estadio, sino también la Plaza Galerías y sus alrededores, lo que provocó un gran congestionamiento vial y peatonal. Los vendedores ambulantes aprovecharon la ocasión para ofrecer sus productos mientras los asistentes esperaban ansiosos la entrada al recinto.

El bulevar Agua Caliente brilló con las mejores galas de los asistentes, luciendo sus mejores conjuntos. En la calle podían observarse a cientos de mujeres con ropa brillante, maquillajes elaborados y muchas valientes usando tacones, que posiblemente las harían cansarse antes, durante y después del concierto, pero como dicen hoy en día: “si el outfit está lindo, el dolor es mental”.

Las largas filas para ingresar al estadio fueron un tema en sí mismo, con muchas personas confundidas sobre dónde debían formarse, y un lento avance en la entrada general que generó impaciencia y molestia entre los presentes.

Reglas del estadio y confusión de los asistentes 

Días antes del concierto, el Estadio Caliente había emitido recomendaciones y reglas, entre ellas, la solicitud de llevar bolsos transparentes, una medida de seguridad implementada tras un trágico incidente ocurrido durante un partido de los Xoloitzcuintles. A pesar de estas indicaciones, muchas mujeres llegaron con bolsos que no cumplían con los requisitos, lo que generó incomodidad cuando se les pidió dejarlos fuera para poder ingresar.

Debido a las estrictas medidas de seguridad y la gran cantidad de personas, el estadio inicialmente lucía vacío, pero con el paso de las horas se fue llenando hasta alcanzar casi su capacidad total.

Luis Miguel cumplió con su promesa y, más que puntual, inició su concierto a las 9:10 p.m. con la canción “Será que no me amas”, sorprendiendo al público que respondió con gritos de emoción. El concierto fue un éxito rotundo, con el público coreando a todo pulmón cada canción, lo que pareció agradar mucho al cantante, quien sonreía al escuchar el entusiasmo de los asistentes. Incluso dejó momentos para que los tijuanenses cantaran solos.

A los asistentes se les entregó una pulsera a la entrada del estadio, lo que iluminó el lugar como si fueran estrellas en el cielo. Con cada canción interpretada por Luis Miguel, las luces de las pulseras brillaban y parpadeaban, creando un espectáculo visual impresionante y hermoso.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Luis Miguel interpretó “Somos novios”, una melodía romántica que resonó entre las parejas presentes. Las cámaras captaron a una pareja abrazada, perdida en la música y el amor, lo que provocó una ovación del público al notar la escena proyectada en las pantallas.

Otro momento destacado fue la aparición del Mariachi Vargas, lo que desató la euforia del público. La interpretación de "La Bikina" fue coreada a todo pulmón, creando un ambiente especial e inigualable. Aunque Luis Miguel no interactuó mucho con el público, la energía de los asistentes mantuvo el ambiente vibrante. Durante el concierto, los organizadores lanzaron pelotas gigantes al público mientras el cantante interpretaba canciones más veraniegas como “Ahora te puedes marchar”.

Cabe mencionar que Luis Miguel sufre de tinnitus, una condición que afecta su audición, lo que le impide cambiar el volumen de sus auriculares durante los espectáculos, dificultando la interacción con el público.

El concierto concluyó a las 11:00 p.m., dejando al público extasiado y pidiendo más, aunque esta petición no pudo ser cumplida debido a la apretada agenda del cantante, quien tenía una segunda presentación en Tijuana y luego se dirigiría a Ensenada para continuar su gira en la Ruta del Vino.

Este magno evento dejó una huella imborrable en la historia de los espectáculos en Tijuana, siendo una experiencia inigualable para quienes tuvieron la fortuna de asistir.