El símbolo conocido como "hashtag" (#) es hoy en día uno de los elementos más reconocibles y utilizados en las redes sociales, permitiendo a los usuarios etiquetar temas y hacer más fácil la búsqueda de contenido relacionado. Sin embargo, su origen es relativamente reciente y surge de la necesidad de organizar información en un nuevo entorno digital.

Creación del Hashtag

El hashtag fue propuesto por primera vez en 2007 por Chris Messina, un ex empleado de Google y conocido diseñador de experiencias de usuario. Messina sugirió el uso del símbolo de la almohadilla (#) como una forma de agrupar conversaciones en la red social Twitter. La idea detrás del hashtag era simple: permitir a las personas seguir y participar en discusiones sobre un tema en particular de manera más organizada.

El 23 de agosto de 2007, Messina publicó el primer hashtag en Twitter, escribiendo:

"how do you feel about using # (pound) for groups. As in #barcamp [msg]?".

Este tuit, que referenciaba al evento "BarCamp", una serie de conferencias de tecnología, fue el primer uso registrado del hashtag en la historia de las redes sociales.

Do you know how the (#) Hashtag was born ?

In 2007, Chris Messina, a social technology expert, tweeted ‘‘How do you feel about using # (pound) for groups. As in #barcamp [msg]?’’ and the hashtag was born.
👇Learn how to use the right hashtag for your posthttps://t.co/ig0PbRqINN pic.twitter.com/EQo9FuXt3C

— Hera Marketing (@HeraMarketing) July 2, 2021

Impacto y evolución

Aunque inicialmente la propuesta de Messina no fue recibida con entusiasmo por Twitter, los usuarios comenzaron a adoptar el uso del hashtag por su utilidad. No pasó mucho tiempo antes de que se convirtiera en una característica estándar de la plataforma. En 2009, Twitter implementó oficialmente el uso del hashtag, facilitando la búsqueda de temas etiquetados y permitiendo que los hashtags se conviertan en "trending topics", un fenómeno que sigue siendo central en la cultura digital de hoy.

Desde su creación, el hashtag ha evolucionado más allá de Twitter, siendo utilizado en casi todas las principales plataformas de redes sociales, incluyendo Instagram, Facebook, LinkedIn, y muchas otras. Se ha convertido en una herramienta poderosa para el activismo social, el marketing, y la organización de eventos, demostrando que incluso una simple idea puede tener un impacto global.