El expresidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que la elección de Claudia Sheinbaum como presidenta de México es "una esperanza para América Latina" y "para todas las mujeres" de la región.

En una entrevista con EFE, Morales habló sobre su presencia como observador de las elecciones en México el pasado 2 de junio y aseguró que "México con AMLO ha demostrado que tiene mucho futuro y esperanza y que mira más al sur que al norte". Añadió que, a diferencia de lo que él desea para Bolivia, México "es más un país humanista, progresista, que anti-imperialista".

Morales comentó que conoció a Claudia Sheinbaum durante el golpe de Estado en Bolivia y destacó su humildad y conocimiento, expresando su confianza en que seguiría la línea de gobierno de López Obrador.

Las relaciones entre Bolivia y México se fortalecieron durante la crisis política de 2019 en Bolivia. Morales y su partido alegan que en ese año hubo un "golpe de Estado" contra él, mientras que la oposición sostiene que las protestas que llevaron a su renuncia fueron consecuencia de un fraude a su favor en los fallidos comicios generales de ese año.

El 12 de noviembre de 2019, Jeanine Áñez asumió el mando interino del país como segunda vicepresidenta del Senado, dos días después de la renuncia de Morales y de todos los funcionarios en línea de sucesión presidencial. Morales se refugió en Argentina, mientras que muchos de sus funcionarios, incluyendo al actual presidente boliviano, Luis Arce, encontraron asilo en la embajada de México en Bolivia, y algunos obtuvieron un salvoconducto hacia México.

Arce y Morales han expresado su agradecimiento en numerosas ocasiones al gobierno de López Obrador y han resaltado su cercanía ideológica, siendo Bolivia uno de los países que con más fuerza condenaron el asalto a la embajada mexicana en Quito en abril, cuando policías ecuatorianos irrumpieron en la sede diplomática para capturar al expresidente Jorge Glas, acusado de actos de corrupción.