El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió a las advertencias de los trabajadores del Poder Judicial, quienes señalaron que se protegerán con organismos nacionales e internacionales si se aprueba la reforma judicial. AMLO afirmó que están en su derecho de protestar, pero subrayó que también están "doblemente obligados" a respetar la Constitución.

"Si la Constitución establece que se pueden llevar a cabo reformas y que para reformarla se necesita una mayoría calificada en la Cámara de Diputados y de Senadores, es cumplir con la Constitución", dijo el presidente. Agregó que, si se oponen a esto, están en contra de la Constitución y que quienes no quieren someterse al escrutinio público debieron haber renunciado antes a su cargo.

En caso de que la reforma no sea aprobada, AMLO señaló que sería "lamentable porque se seguiría dañando al pueblo. Pero al menos dejo constancia de que yo no fui cómplice". Las declaraciones del mandatario ocurren luego de que magistrados y jueces del Poder Judicial anunciaran que preparan una estrategia jurídica para impugnar la reforma que busca elegir por voto popular a los jueces en todo el país.

El pasado viernes, unos 250 integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF) se manifestaron afuera del Palacio de Justicia de San Lázaro y advirtieron que, si se aprueba la reforma en los términos planteados por el mandatario, responderán con impugnaciones en tribunales mexicanos e internacionales. AMLO recalcó que jueces y magistrados están "en su derecho de manifestarse, de expresarse, son libres", pero están "doblemente obligados a respetar la Constitución" por ser autoridades.

El presidente destacó que su propuesta de reforma es "completamente constitucional" y que "si no quieren someterse al escrutinio público, ya desde antes hubiesen abandonado su cargo voluntariamente". En cuanto a la sobrerrepresentación en el Congreso, AMLO defendió que esto es "un principio constitucional" y subrayó que la distribución de plurinominales es por partido, no por coalición.

La reforma judicial plantea no solo la elección por voto popular de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sino también de los integrantes del Tribunal Electoral del PJF y de todos los jueces federales y locales. Además, incluye la creación de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y la eliminación del Consejo de la Judicatura Federal.

López Obrador destacó la legitimidad popular de la reforma tras la elección del 2 de junio, donde la oficialista Claudia Sheinbaum se impuso con un récord de casi 36 millones de votos, cerca del 60% del total. La alianza del oficialismo tendrá "supermayorías" en el Congreso para modificar la Constitución sin negociar.

El presidente advirtió que, si no se lleva a cabo la reforma debido a prácticas corruptas y manipulaciones, sería un hecho muy lamentable que solo afectaría negativamente a la sociedad. "Si con argucias y con 'concertacesiones' y con corrupción logran que no se lleve a cabo la reforma, va a ser muy lamentable; va a seguirse dañando a la sociedad. Pero nosotros, aquí personalizo, en mi caso, dejo constancia de que no fui cómplice de esa decadencia que se está padeciendo en el Poder Judicial", concluyó.