La segunda garita de Otay Mesa Este, inicialmente programada para abrir en 2024 y posteriormente aplazada hasta 2026 desde el lado estadounidense, volvió a retrasarse ahora hasta el 2028, según informó la Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG). Este nuevo cruce se ubicará a 3 kilómetros y medio al este del actual cruce de Otay Mesa, y en la colonia Las Torres del lado tijuanense. 

Sin embargo, las demoras en la construcción se deben a las negociaciones con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y la Administración de Servicios Generales, las agencias federales que normalmente estarían a cargo de un proyecto de este tipo. En este caso, SANDAG y Caltrans están manejando la construcción con una fuente de financiamiento única.

El proyecto, valorado en mil 300 millones de dólares se financiará a través de peajes que se cobrarán a los vehículos. Según SANDAG, estos ingresos permitirán construir Otay Mesa Este más rápidamente y reducir los tiempos de espera en la frontera. "Decidimos ayudarnos a nosotros mismos ayudando al gobierno federal", informó Mario Orso, director de SANDAG.

Orso fue contratado por SANDAG tras la renuncia del anterior CEO, Hasan Ikhrata, el año pasado debido a errores en la recaudación de peajes y mala gestión en la autopista de peaje estatal 125. Ahora, Orso supervisa la transición a un nuevo sistema de peaje para autopista 125, operado por una nueva empresa, sistema que podría utilizarse también para Otay Mesa Este. 

De lado mexicano, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encargada de la obra, ha afirmado en repetidas ocasiones que su parte estará lista a finales de 2024, incluyendo la construcción del viaducto elevado que conectará el puerto aduanal con Playas de Tijuana, costando alrededor de 5 mil 700 millones de pesos. 

Durante una reunión de mayo de SANDAG, se informó que durante los próximos 40 años, SANDAG y Caltrans planean compartir un estimado de 8 mil millones de dólares en ingresos por peajes de Otay Mesa Este en una división 50/50 con México. "El potencial de ingresos para SANDAG es inmenso", dijo la concejal de San Diego, Vivian Moreno, quien forma parte de la junta de SANDAG.

Un problema surgió cuando la Administración Federal de Carreteras informó a SANDAG que, por ley, el dinero de los peajes recaudados en carreteras federales no puede ser compartido con México. Esto llevó a un cambio de último momento en los planes de SANDAG. 

"Los lectores de peaje principales, en lugar de estar en la autopista 11, se trasladarán al lado mexicano de la frontera. La transacción de peaje, que es electrónica, se realizará en el centro de peaje de SANDAG", explicó Betsy Blake, asesora legal senior de SANDAG, durante la reunión de mayo.

SANDAG también instalará un lector de peaje secundario en el lado estadounidense de la frontera como medida de respaldo. "Todo estará bajo el control de esta agencia, en el Back-Office donde se realizarán las transacciones financieras", afirmó Orso.

SANDAG estima que los tiempos de espera en la nueva instalación podrían reducirse a 20 minutos, y los costos del peaje fluctuarán dependiendo del tráfico, oscilando entre 4 y 30 por vehículo en horas pico.