Un naufragio en las aguas del sur de Italia ha dejado al menos 66 desaparecidos, entre ellos 26 niños, la mayoría provenientes de Afganistán, según testimonios de los supervivientes recogidos por Médicos sin Fronteras (MSF). La tragedia, que afectó principalmente a familias afganas, ha conmocionado a la comunidad internacional. Shakila Mohammadi, mediadora cultural de MSF, relató la desgarradora experiencia de los 12 supervivientes que desembarcaron en suelo italiano. "Hablé con un chico que perdió a su novia. Los supervivientes mencionaron a 66 personas desaparecidas, incluidos al menos 26 niños, algunos de apenas unos meses de edad", comentó Mohammadi, quien asistió en las labores de primeros auxilios. Los migrantes, que habían zarpado desde Turquía hace unos ocho días, navegaban sin chalecos salvavidas. "Nos contaron que algunas embarcaciones no se detenían para auxiliarlos", agregó Mohammadi. Según los relatos, "familias enteras" habrían perecido en el naufragio, haciendo aún más palpable el dolor entre los supervivientes. La tragedia fue alertada por una embarcación de recreo francesa que navegaba a unas 120 millas de la costa italiana, lo que activó una operación de rescate por parte del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo italiano (IMRCC). La Guardia Costera italiana desplegó dos buques mercantes, un avión ATR42 y dos patrulleras para buscar a los desaparecidos. Los 12 supervivientes fueron trasladados inicialmente a un barco mercante y luego a una patrullera de la Guardia Costera, que los llevó al puerto de Roccella Jonica. Lamentablemente, el cuerpo de una mujer fallecida también fue recuperado durante las operaciones de rescate. Este naufragio se produce en la misma costa donde hace un año, en Steccato de Cutro, casi un centenar de migrantes perdieron la vida en un incidente similar. La situación en el Mediterráneo central sigue siendo crítica; hace apenas una semana, 17 cadáveres fueron encontrados flotando en el mar, 12 de los cuales fueron recuperados por las ONG Geo Barents y Ocean Viking. Según el Ministerio del Interior italiano, hasta el 14 de junio, 23,235 migrantes han llegado a las costas italianas, en comparación con los 55,662 del mismo periodo del año anterior. De confirmarse las muertes de este último naufragio, el número total de fallecidos en el Mediterráneo central en lo que va del año ascendería a 800, según un comunicado conjunto de ACNUR, la OIM y UNICEF.