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Más Allá del Tipo de Cambio, lo que realmente urge es el Cambio del Tipo

OPINIONES

12-06-2024


Foto: Web

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Redacción BajaNewsMx
Editorial bajanews.mx| BajaNews
Publicado: 12-06-2024 18:46:34 PDT

Desde Feeling.Mx

En el turbulento océano de la economía, es común ver cómo el gobierno y los medios de comunicación se obsesionan con el tipo de cambio.

 

Sin duda, las fluctuaciones del peso frente al dólar y otras monedas extranjeras tienen un impacto palpable en nuestra vida diaria, desde el precio de los bienes importados hasta la inflación. Sin embargo, hay algo que debería preocuparnos aún más: el cambio del tipo en la cultura política y social.

 

El verdadero cambio necesario en México no se refleja en las cotizaciones bursátiles ni en las reservas internacionales, sino en la verdadera transformación de los valores y prácticas que definen nuestra vida pública. ¿Y cuál es el modelo? Nos urge un cambio de tipo, un cambio profundo en la manera en que se gestiona el poder, se ejerce la responsabilidad y se fomenta la transparencia. El nivel de hoy es muy bajo.

 

¿Cuál es el Tipo del Mexicano ante el Mundo?

 

Cuando pensamos en la percepción internacional de México y los mexicanos, es inevitable preguntarnos: ¿cuál es el «tipo» del mexicano ante el mundo? Esta pregunta abarca tanto los estereotipos prevalentes como las realidades complejas que definen nuestra identidad nacional en un contexto global.

 

La Imagen Tradicional

 

Tradicionalmente, el mexicano ha sido percibido de manera dual en el extranjero. Por un lado, están los estereotipos folclóricos: el mariachi alegre, el sombrero ancho, la fiesta perpetua y la calidez desbordante de las Catrinas, las Fridas Calo o las Marías. Esta imagen, aunque simpática, es reductiva y no captura la diversidad y riqueza cultural del país. Por otro lado, existe un estereotipo más oscuro, el actual, asociado con la violencia, el narcotráfico y la corrupción, una narrativa que ha sido exacerbada y negada durante este sexenio. Extrapolando a México.

 

La Realidad Compleja

 

La verdad es que el tipo del mexicano es mucho más variado y matizado que estos estereotipos. México es una nación de inmensa diversidad étnica, cultural y social que merecería ser reflejada en el espectro político. Desde los pueblos indígenas con sus tradiciones milenarias hasta las vanguardias urbanas en las grandes ciudades, el mexicano contemporáneo es un mosaico de identidades.

 

Mexicanos Destacados

 

En la arena internacional, los mexicanos se destacan en innumerables campos. En el cine, figuras como Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu han puesto en alto el nombre de México con su creatividad y visión. En la ciencia y la tecnología, innovadores como el doctor Mario Molina, ganador del Premio Nobel, han demostrado la capacidad intelectual y científica del país. En el deporte, atletas como Lorena Ochoa o Alexa Moreno; Saúl «Canelo» Álvarez o el Sheco Pérez que han alcanzado reconocimiento internacional.

 

El Mexicano Emprendedor y Trabajador

 

Otra característica prominente de las mexicanas y mexicanos ante el mundo es su capacidad de trabajo duro y su espíritu emprendedor. Millones de mexicanos en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, contribuyen significativamente a las economías locales y envían remesas vitales a sus familias en México. Estos trabajadores y emprendedores representan la resiliencia y el esfuerzo constante que define a muchos mexicanos.

 

Desafíos y Aspiraciones

 

A pesar de estos logros, México enfrenta desafíos significativos que afectan la percepción internacional. La lucha contra la corrupción, la violencia y la desigualdad sigue siendo un reto enorme. Sin embargo, estos problemas no definen completamente a la nación ni a su gente. Los mexicanos continuamos trabajando para construir un país más justo y próspero, demostrando una capacidad de resistencia y un deseo de progreso que merece un mejor reconocimiento y respeto de nuestro propio gobierno.

 

La Política del Siglo XXI

 

Para empezar, necesitamos un cambio de tipo en la política. La política mexicana ha estado demasiado tiempo dominada por prácticas obsoletas: el clientelismo, la corrupción y la falta de rendición de cuentas. Estos problemas estructurales no se solucionarán con ajustes económicos o reformas fiscales. Requieren un compromiso genuino y sostenido por parte de nuestros políticos y ciudadanos para erradicar las viejas y muy rancias costumbres, así como adoptar una nueva ética de servicio público.

 

Educación y Cultura

 

El sistema educativo mexicano ha sido durante décadas una herramienta de reproducción de desigualdades en lugar de un motor de movilidad social. Necesitamos una revolución educativa que priorice la calidad, la inclusión y la adaptación a las demandas del mundo moderno. Este cambio debe ir acompañado de una cultura que valore el conocimiento, la creatividad y el pensamiento crítico por encima de la memorización del discursito del clasismo, el racismo y el conformismo.

 

Economía y Desarrollo

 

En el terreno económico, más allá del tipo de cambio, se requiere un cambio de tipo en la manera en que se concibe el desarrollo. Es urgente transitar hacia un modelo económico más equitativo y sustentable, que no dependa exclusivamente de las grandes empresas paraestatales y las industrias extractivas del gobierno, sino que fomente el emprendimiento, la innovación y el desarrollo local y personal. Necesitamos una economía que no solo crezca, sino que distribuya sus beneficios de manera justa y sostenible, porque no se prepara a los muchachos para una verdadera mentalidad millonaria.

 

Sociedad Civil

 

Finalmente, el cambio de tipo más crucial tal vez sea en la sociedad civil. Los ciudadanos debemos asumir un rol más activo y vigilante en la vida pública. La apatía y el desinterés solo perpetúan los males que aquejan a nuestra nación. Es fundamental fomentar una ciudadanía informada, participativa y comprometida con la legalidad, los valores democráticos y los derechos humanos.

 

El tipo de cambio es un indicador económico relevante, pero no debe desviar nuestra atención de los cambios más profundos y muy necesarios. Lo que México necesita con urgencia es un cambio de tipo de mentalidad, de discurso. Este cambio de tipo no se logrará de la noche a la mañana, pero es indispensable para construir un país más justo, próspero y verdaderamente democrático.

 

Enfocarnos en este cambio de tipo, más que en el vaivén del tipo de cambio, es la clave para un futuro mejor. Es tiempo de dejar de preocuparnos tanto por las cifras y empezar a actuar sobre los principios y las prácticas que realmente transforman la vida de las personas.