En una de las muchas esquinas de la ciudad de Tijuana se encuentra Casa Arcoíris, un refugio para migrantes y personas desplazadas por la violencia, pertenecientes a la comunidad LGBTTIQ+.

Este refugio abrió sus puertas después de que las caravanas migrantes llegaran a Tijuana en 2018. Debido a la falta de espacios libres de tintes religiosos y conservadores que no discriminaran a las personas de la comunidad, surgió la idea de crear uno.

Nicolasa Córdova, presidenta y cofundadora, Andrea Gaspar, secretaria y cofundadora, y Christopher Chambers, cofundadore y tesorere, comenzaron con espacios informales que eventualmente se transformaron en una asociación civil.

Edith Méndez, coordinadora general del albergue, relató que al principio hubo ataques contra el refugio debido a las quejas de los vecinos, lo que les obligó a cambiar de ubicación. Actualmente, la dirección del refugio es privada por motivos de seguridad.

“La primera casa en donde estuvimos tuvo problemas con los vecinos, incluso hubo algunos ataques hacia la población que había allí. Por eso, tuvimos que cambiarnos a este espacio donde llevamos cinco años y brindamos la ubicación a través de filtros”, detalló Méndez.

El albergue, designado para atender a 35 personas adultas, recibe migrantes y desplazados de México, Centroamérica y otros países como Rusia, Haití y África, quienes en su mayoría buscan una oportunidad para solicitar asilo político en Estados Unidos.

Casa Arcoíris también gestiona que las personas en tránsito reciban atención médica y mental, asesorías legales, talleres, clases y servicios de hospedaje, alimentación y traslado, todo derivado de donativos.

Una de las situaciones difíciles que atraviesan los migrantes LGBTTIQ+ en su paso por México es la vulnerabilidad ante el crimen organizado. Por ello, al llegar a Tijuana, son pocos los espacios donde se salvaguarda su integridad.

“El crimen organizado va tras ellos, especialmente porque son migrantes de otros países, sabiendo que están en condiciones vulnerables y que sus familias harán todo lo posible para liberarlos”, explicó Méndez.

La coordinadora general del refugio Arcoíris resaltó la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre las personas migrantes y desplazadas de la comunidad LGBTTIQ+ y su recepción en la frontera.

“Yo creo en la importancia que juega la sociedad en estos procesos migratorios que hacen la diferencia en la experiencia de los migrantes, desde brindar la mano, dar un plato de comida o hasta brindar estancia para no dejar que sean víctimas a situaciones de vulnerabilidad en la calle”, finalizó.

Para conocer más de este proyecto y ayudar al equipo conformado por 8 personas que brindan seguridad a todes aquellas personas que llegan a la ciudad puedes buscarlos en Facebook e Instagram como: Casa Arcoiris Albergue LGTBI.