Hoy, Baja California se tiñe de luto y consternación. Cristian Vázquez González, un joven inquieto, comprometido con la comunidad y apasionado con la vida política, fue asesinado a balazos mientras corría en la pista de atletismo de la unidad deportiva Eufrasio Santana, en Tecate.

Este acto de violencia no solo arrebata una vida valiosa, sino que también deja una herida profunda en nuestra sociedad.

Cristian Vázquez fue una figura destacada en la lucha por la promoción de la lectura y la escritura, fundando en 2011 la asociación civil Pluma Joven, organizadora de eventos culturales como Libro Fest y Encuentro ELIGE. Su gusto por la política y la sociedad con compromiso cívico le llevó a ser regidor independiente del Ayuntamiento de Ensenada de 2016 a 2019, gracias a la candidatura a la alcaldía de Omar García, y más recientemente se desempeñaba como asesor del Ayuntamiento de Tecate, presidido por Darío Benítez.

En un ambiente político descompuesto, Cristian había sido citado hoy por su participación en la guerra sucia en el proceso electoral actual, quien presuntamente a través de la página «Baja la Tranza», dedicada a denunciar supuestos actos de corrupción política en Baja California. Con tal iniciativa, de acuerdo con la publicación de El Mosquito, del periódico El Vigía, que afirma que él promovía y producía el material desde su plataforma Giro Creativo, que buscaba exponer y combatir las candidaturas a la alcaldía de Ensenada de Claudia Agatón e Ivan Nolasco, así como adeotras figuras políticas en Baja California, una misión que, lamentablemente, pudo haberlo puesto en la mira.

El asesinato de Cristian Vázquez no puede ser visto como un hecho aislado. Debe ser contextualizado en un escenario de creciente violencia política en México, donde los políticos, activistas y periodistas frecuentemente enfrentan amenazas y agresiones, hasta la muerte. La pregunta que surge es: ¿quién se beneficia de silenciar a Cristian y por qué?

La página «Baja la Tranza», con sus publicaciones incisivas y videos que alcanzaron miles de reproducciones, señalaba directamente a figuras políticas de diversos partidos, pero ya fue bajada de la red social Facebook o por lo menos, ya no está disponible. Esas denuncias, aunque fueran legítimas en su esencia de fiscalizar candidaturas o pedir cuentas, pueden haber cruzado la línea de la legalidad y el respeto, entrando en el terreno de las campañas negras. Las acusaciones y ataques lanzados desde esa plataforma contra políticos como Ismael Burgueño, Claudia Agatón, y otros, generaron un ambiente de confrontación y polarización.

La violencia que hoy lamentamos es un recordatorio de los peligros que enfrentan quienes deciden alzar la voz contra la corrupción o participar en ella. No obstante, no podemos permitir que el miedo nos paralice. Es imperativo que las autoridades realicen una investigación exhaustiva y transparente para identificar a los responsables de este crimen y llevarlos ante la justicia.

El asesinato de Cristian Vázquez González debe encender una alarma en todos los niveles de la sociedad. Es vital proteger a quienes, como él, se dedican a la noble tarea de defender la verdad y la justicia en la política. Además, debemos reflexionar sobre las estrategias de comunicación política y las campañas negras, que envenenan el debate público y pueden desencadenar consecuencias fatales.

Cristian Vázquez que descanse en paz, porque vivió para servir a su comunidad y luchar por un México más justo y transparente. Hoy más que nunca, es nuestro deber exigir que se esclarezca el crimen, en nombre de promover la paz y la integridad en nuestra vida pública.