En su mañanera del 28 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a los periodistas a no prestar atención a los "rumores" sobre el riesgo en la instalación de más de 500 casillas electorales en Chiapas. AMLO desestimó las preocupaciones sobre la violencia electoral en el estado, acusando a sus adversarios de utilizar este tema como bandera para sembrar desconfianza en el proceso electoral.

"Ustedes no se dejen llevar por esos borregos, son rumores", afirmó el presidente. "Ya llevan tiempo los conservadores hablando de la violencia, han caído muy bajo y se han asociado con varias corporaciones para sembrar esa desconfianza".

La violencia electoral en Chiapas ha sido un tema preocupante, con reportes recientes de asesinatos de 14 personas en tres ataques distintos contra candidatos y sus equipos, además de 11 muertes de civiles en enfrentamientos entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

El mandatario aseguró que se está trabajando conjuntamente con el Instituto Nacional Electoral (INE), las Fuerzas Federales de Seguridad y los gobiernos estatales para garantizar la instalación de todas las casillas en zonas identificadas como de riesgo. Pidió a la población que no se dejara llevar por los rumores de inseguridad y violencia que podrían afectar la jornada electoral.

Asimismo, destacó que se desplegarán 9,000 elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional para resguardar las elecciones del próximo domingo 2 de junio. Sin embargo, criticó que estos esfuerzos no satisfacen a sus adversarios, quienes buscan que las elecciones fracasen.

López Obrador también rechazó las advertencias de la oposición y de la Iglesia Católica sobre la violencia en Chiapas, afirmando que han usado este tema para atacar a su gobierno. Acusó a sus adversarios de querer ver al país en llamas y de apostar a que haya tragedias en lugar de trabajar para sacar adelante a México.