En menos de una semana, Tijuana ha sido testigo de cuatro ataques armados directos contra elementos de la policía municipal, resultando en la pérdida de vidas en dos de ellos.

El primer incidente ocurrió el 10 de mayo en la colonia Hidalgo, donde un agente resultó ileso. El martes 14 de mayo, otro trágico suceso tuvo lugar en Villa Fontana, donde un mando policial fue asesinado mientras conducía su automóvil particular.

Durante la madrugada de hoy, otro policía fue baleado mientras patrullaba frente a Plaza Las Brisas. Esta misma mañana, en un predio de la colonia El Refugio, se encontró sin vida a otro oficial.

Ante esta ola de violencia, la Fiscal General del Estado, María Elena Andrade Ramírez, ha declarado un estado de alerta, coordinándose estrechamente con el secretario de Seguridad, Fernando Sánchez, para llevar a cabo investigaciones inmediatas.

Andrade Ramírez enfatizó que, ante cualquier agresión contra un miembro de las fuerzas policiales, se realiza una investigación exhaustiva que incluye su entorno personal y laboral, con especial atención en los aseguramientos realizados recientemente.

"Este trabajo es complejo y peligroso, orientado a la detención de criminales, la prevención de agresiones, así como al aseguramiento de drogas y armas. Por ello, siempre consideramos la naturaleza de su trabajo como de alto riesgo", explicó.

Hasta el momento, las investigaciones preliminares no han identificado vínculos entre los ataques, considerándolos casos aislados que están siendo investigados minuciosamente.

La Fiscal General también mencionó que, en caso de encontrar evidencia de que un oficial estuvo involucrado en actividades ilícitas que motivaron el ataque, se llevará a cabo una investigación exhaustiva hasta esclarecer todas las circunstancias del caso.