Desde su implementación por primera vez en 1996 durante el gobierno de Ernesto Zedillo, el Horario de Verano en México ha sido una medida destinada a optimizar el uso de la energía, aprovechando al máximo la luz natural durante más horas del día. Sin embargo, en este sexenio, esta política ha sido objeto de controversia y debate debido a su eliminación y las consecuencias que esto ha acarreado para el país.

¡Ahora lloramos a oscuras! Lloramos en la penumbra de nuestros hogares, sin luz para alumbrar nuestras vidas, sin energía para organizar la hora de nuestros sueños. Lloramos por la irresponsabilidad de aquellos que antepusieron la ideología a la razón, por la ceguera de quienes ignoraron las voces expertas.

Las señales estaban ahí desde hace tiempo, respaldadas por estudios y datos sólidos. Sin embargo, la ideología prevaleció sobre la razón y se eliminó el Horario de Verano en México. Hoy, después de dos días consecutivos de cortes de energía a nivel nacional, la realidad nos golpea con fuerza: hemos perdido el 2% de nuestra energía nacional y las consecuencias son evidentes ante las altas temperaturas.

La eliminación del Horario de Verano no solo significó una pérdida en ahorro energético, sino también un desequilibrio en el sistema eléctrico, aumentando la demanda en las horas pico y sin tomar en cuenta el aumento de temperaturas promedio, justo cuando la red se vuelve más vulnerable.

Las autoridades, en su afán por mostrar un falso «ahorro», hicieron caso omiso a las voces expertas y ahora estamos enfrentando apagones masivos que afectan a millones de mexicanos, ocasionando daños económicos considerables y sembrando una sensación de desamparo e incertidumbre entre la población.

Es momento de reflexionar sobre las decisiones tomadas precipitadamente. La ideología no puede estar por encima de la evidencia científica, y el bienestar del país debe ser la principal prioridad. Volver al Horario de Verano es crucial para restablecer la estabilidad del sistema eléctrico, asegurar el suministro de energía y prevenir futuras crisis.

No podemos permitir que la improvisación y la obstinación nos sumerjan en la oscuridad. Exijamos a las autoridades que actúen con responsabilidad y sensatez, que escuchen a los expertos y tomen las medidas necesarias para recuperar la energía que nunca debimos perder.

Ha llegado el momento de encender las luces del conocimiento y apagar las llamas de la irresponsabilidad ideológica.

Se rieron cuando les advertimos que suprimir el Horario de Verano implicaba perder el 2% de la energía nacional.

A @ManuelBartlett se le “cayó” el sistema en 1988.

Ahora se le cayó el sistema eléctrico nacional y dejó el país a oscuras. @CanalCongreso @CFEmx @CenaceMexico… pic.twitter.com/HCl2AgyMNK

— Emilio Álvarez Icaza Longoria (@EmilioAlvarezI) May 9, 2024