La moneda mexicana, el peso, registró el martes una depreciación significativa, superando los 17 pesos por dólar, en una sesión que se convirtió en la más desfavorable desde octubre de 2023. Este declive se destacó en comparación con otras monedas internacionales, como resultado de las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien sugirió que la política monetaria restrictiva de EE. UU. podría mantenerse durante más tiempo del previsto inicialmente.

Durante la jornada, el peso mexicano cerró en 17.0530 por dólar, mostrando un retroceso del 1.97% respecto al precio de referencia de Reuters del día anterior. Aunque llegó a debilitarse aún más, alcanzando las 17.0950 unidades, un nivel no visto en casi dos meses.

Analistas financieros como Jonathan Zuloaga, de la consultora Columbus de México, señalaron que las expectativas de un recorte en las tasas de interés en Estados Unidos se están desplazando hacia fechas más lejanas, lo que afecta negativamente a los activos locales. Esta situación contrasta con la reciente reducción de la tasa clave de interés por parte del Banco de México, que la situó en un 11%.

Además de las declaraciones de Powell, otros factores contribuyeron al nerviosismo en el mercado, como las tensiones geopolíticas entre Israel e Irán, así como la revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

A pesar de que el peso mexicano ha experimentado una corrección a la baja en las últimas seis sesiones, con un retroceso acumulado del 4.5%, sigue siendo una de las monedas con mejor desempeño frente al dólar en lo que va del año. Esto se atribuye al diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, así como al flujo constante de remesas e inversiones relacionadas con el "nearshoring".

Sin embargo, el éxito aparente del peso mexicano ha generado preocupaciones entre algunos especialistas, quienes advierten sobre los efectos negativos del fenómeno conocido como "súper peso" en sectores clave de la economía, como las exportaciones y las remesas. A pesar de los comentarios optimistas del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las políticas macroeconómicas del país, persisten inquietudes sobre los impactos a largo plazo en la economía mexicana.