Funcionarios de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, controlada por Rusia, reportaron un preocupante ataque el domingo por drones militares ucranianos. El incidente incluyó un ataque al domo de la sexta unidad de energía de la planta. Aunque las autoridades de la central afirmaron que no hubo daños graves ni víctimas, los niveles de radiación permanecieron normales tras los ataques.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó haber sido informado del ataque y declaró que la naturaleza de la detonación coincidía con sus observaciones. Sin embargo, el director general de la agencia, Rafael Mariano Grossi, emitió una advertencia sobre los riesgos de seguridad asociados con este tipo de ataques, instando a evitar acciones que pongan en peligro la seguridad nuclear y contradigan los principios del OIEA.

La planta nuclear de Zaporizhzhia ha estado en medio del conflicto desde que Rusia envió tropas a Ucrania en 2022, tomando control de las instalaciones poco después. 

Tanto Ucrania como Rusia se han acusado mutuamente de perpetrar ataques contra la planta, que sigue estando cerca del frente de batalla. Aunque los seis reactores de la planta permanecen cerrados desde hace meses, la central aún requiere energía y personal calificado para operar sistemas de seguridad cruciales.

Además del ataque a la planta nuclear, los bombardeos continuaron en otras áreas de Ucrania, con informes de heridos y víctimas en diversas regiones. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, instó al Parlamento a aprobar una nueva ley de movilización de tropas para hacer frente a la escasez de reclutas en un momento crítico del conflicto.