El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia acusó hoy a Ucrania de estar detrás del atentado terrorista perpetrado contra la sala de conciertos Crocus City Hall, así como de otros ataques, y exigió el arresto y la entrega del jefe del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU), Vasili Maliuk, y otros presuntos implicados en estas acciones.

En un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores ruso entregó a las autoridades ucranianas una exigencia en el marco de la Convención sobre los Atentados Terroristas Cometidos con Bombas y la Convención sobre la Financiación del Terrorismo, instando al arresto y la entrega inmediata de todas las personas implicadas en los ataques.

El comunicado también hizo referencia al reconocimiento por parte de Vasili Maliuk, jefe del SBU, de la implicación de Ucrania en la explosión del puente de Crimea en octubre de 2022, así como a la revelación de detalles sobre los preparativos de otros atentados terroristas en Rusia.

Moscú enfatizó que el atentado del 22 de marzo contra la sala de conciertos Crocus City Hall, que cobró la vida de 144 personas e impactó a nivel mundial, no es un incidente aislado, señalando otros ataques terroristas previos en territorio ruso. Entre ellos, el Ministerio recordó el atentado que costó la vida a la periodista Daria Dúguina y al bloguero Vladlén Tatarski, así como el incidente en el puente de Crimea que resultó en cinco muertes, entre otros.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso subrayó que la lucha contra el terrorismo internacional es responsabilidad de todos los Estados, y exigió a Ucrania que cese de inmediato cualquier apoyo a las acciones terroristas, entregue a los culpables y repare los daños a las víctimas. Adicionalmente, advirtió que el incumplimiento por parte de Ucrania de sus compromisos en las convenciones antiterroristas conllevará una responsabilidad penal internacional.

Según datos oficiales, el ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall, situada a 20 kilómetros del centro de Moscú, resultó en al menos 144 muertos y más de 150 personas hospitalizadas. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó anteriormente sobre la detención de once personas en relación con el atentado, incluyendo a cuatro terroristas que participaron en el ataque y fueron detenidos en la región fronteriza de Briansk, donde presuntamente intentaban escapar.

Rusia ha reconocido que el atentado en las afueras de Moscú fue perpetrado por extremistas islámicos, pero insiste en investigar una posible implicación ucraniana, afirmando tener pruebas del financiamiento de los terroristas por parte de Kiev.