El Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció una decisión durante su cuadragésima sexta reunión en Ciudad de Panamá: retirar los nombres de Otis y Dora de la lista rotativa de nombres de ciclones tropicales en la cuenca del Pacífico Norte oriental debido a su gravedad.

La temporada pasada fue testigo del huracán Otis, una tormenta monstruosa que azotó Acapulco el 25 de octubre, clasificado como un huracán de categoría 5. Con vientos sostenidos de 260 km/h, Otis se convirtió en el huracán más poderoso registrado en la región, dejando un rastro de al menos 51 muertos, 34 desaparecidos y pérdidas económicas que ascendieron a unos 3 mil 200 millones de dólares.

Por otro lado, Dora, aunque no tan intensa como Otis, causó impacto indirecto en los catastróficos incendios forestales de Hawái el pasado agosto, al avivar las llamas mientras pasaba al sur del archipiélago.

La retirada de los nombres Otis y Dora se tomó con la intención de señalar la magnitud de los desastres asociados con estas tormentas y generar conciencia sobre la creciente severidad de los eventos climáticos extremos.

La OMM planea reemplazar estos nombres con Otilia y Débora en la lista rotativa, que se utiliza para comunicar avisos de tormenta y alertar a la población sobre riesgos potencialmente mortales. La decisión de retirar un nombre de la lista solo se toma en circunstancias excepcionales, como la gravedad de los impactos de un huracán.

La temporada de huracanes del año pasado registró un total de 20 tormentas con nombre en la cuenca del Atlántico y 17 en la cuenca del Pacífico oriental. Aunque no se retiraron nombres en la cuenca del Atlántico, el Comité de Huracanes enfatizó la importancia de la preparación y la minimización de los efectos de las peligrosas tormentas para la temporada de huracanes de 2024.

La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, destacó que el año 2023 fue el más caluroso registrado, y señaló la contribución del calentamiento oceánico en el Atlántico Norte y el Atlántico tropical, una tendencia que persiste en 2024. Aunque se registró un episodio de El Niño en el océano Pacífico, que suele reducir el número de huracanes, la actividad de la temporada pasada superó la media debido a condiciones climáticas excepcionales.