La Casa Blanca expresó su rechazo a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de permitir la implementación de una controvertida ley migratoria en Texas. Esta legislación, conocida como SB4, otorga a las autoridades del estado la capacidad de detener y expulsar a personas consideradas "sospechosas" de haber cruzado la frontera sur de manera irregular. En un comunicado, la portavoz del Gobierno de Joe Biden, Karine Jean-Pierre, calificó la medida de "inconstitucional" y advirtió sobre sus potenciales impactos negativos en las comunidades texanas.

La normativa, aprobada por el Congreso estatal de Texas el año pasado, ha sido señalada como un ejemplo de la "politización de la frontera por parte de los republicanos". Jean-Pierre destacó que esta ley no solo aumentaría la inseguridad en Texas, sino que también representaría una carga para las autoridades locales y generaría caos y confusión en la frontera sur de Estados Unidos.

La decisión del Supremo permite que las autoridades de Texas hagan cumplir la SB4 mientras un tribunal de menor instancia revisa una demanda presentada por el Gobierno de Biden y organizaciones de derechos humanos. Los demandantes solicitaron al Supremo que detuviera la implementación de la medida mientras el Quinto Circuito de Apelaciones resolvía el caso.

La SB4 es considerada una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia de Estados Unidos. Establece como delito menor el ingreso irregular al estado desde una nación extranjera, y puede llegar a castigarse con hasta 20 años de prisión en caso de reincidencia. Además, autoriza la expulsión sin proceso legal y otorga a la policía la facultad de arrestar a individuos sospechosos de ingreso irregular, con la opción de expulsarlos a México sin arresto previo.

La iniciativa, promovida por el gobernador republicano Greg Abbott, inicialmente debía entrar en vigor el pasado 5 de marzo, pero fue suspendida por un juez federal. Sin embargo, el fiscal de Texas, Ken Paxton, logró respaldo en el Quinto Circuito de Apelaciones, lo que llevó a los demandantes a recurrir al Supremo, cuya moción de emergencia fue finalmente negada.

La decisión del Supremo fue celebrada por los republicanos y funcionarios de Texas que respaldan las medidas restrictivas de Abbott. Paxton calificó la resolución como una "gran victoria" que defiende la soberanía de Texas. Por su parte, el abogado principal del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, Anand Balakrishna, la consideró "decepcionante", comprometiéndose a seguir luchando contra ella por amenazar los principios fundamentales del debido proceso y la integridad de las leyes de inmigración estadounidenses.