La marcha feminista del 8 de marzo en la Ciudad de México por el Día Internacional de la Mujer se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y el machismo arraigado en la sociedad mexicana. Este año, como en anteriores ocasiones, se espera una gran convocatoria de miles de personas que se congregan en el centro de la capital para alzar la voz y demandar un cambio significativo.

La manifestación, programada para iniciar a las 15:30 horas con salida desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan hacia el Zócalo capitalino, tiene como objetivo principal protestar contra la violencia feminicida, las desapariciones y el persistente machismo en el país. Se prevé que al llegar al Zócalo se lleve a cabo un mitin para expresar las demandas y preocupaciones de las participantes.

Para garantizar la seguridad de las asistentes, se ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad. Se han asignado 2,300 policías mujeres para vigilar la marcha, con 800 de ellas presentes en el recorrido y 1,500 adicionales listas para brindar apoyo en caso de ser necesario. Además, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) ha designado ambulancias, motoambulancias y paramédicos para atender cualquier emergencia que pueda surgir durante la manifestación.

El gobierno de la Ciudad de México también ha establecido un 'Mecanismo de derechos humanos', integrado por 500 funcionarias de diversas dependencias, con el propósito de facilitar el diálogo y garantizar que la manifestación se desarrolle de manera adecuada. Se han llevado a cabo reuniones con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y organizaciones civiles para prevenir incidentes y garantizar el respeto a los derechos de las manifestantes.