El lunes, la icónica Torre Eiffel cerró sus puertas debido a una huelga del personal que protesta por la gestión financiera del monumento parisino, dejando a turistas decepcionados. Este cierre representa la segunda vez en el año que los empleados toman esta medida en medio de tensiones con el Ayuntamiento de París, propietario mayoritario de la empresa supervisora, Societe d’Exploitation de la Tour Eiffel (SETE).

La huelga ocurre en un momento crítico para París, que se prepara para los Juegos Olímpicos 2024, donde la Torre Eiffel jugará un papel destacado al estar presente en las medallas de los ganadores. A medida que los visitantes se congregaban fuera de las barreras del recinto, la pantalla gigante anunciaba la interrupción, generando la frustración de aquellos que esperaban disfrutar del emblemático monumento.

"Es una verdadera lástima, porque venimos solo tres días y no vamos a poder subir", lamentó Nelson Navarro, un turista inglés. Vito Santos, proveniente de Canadá, expresó su decepción al no poder cumplir con sus planes de visitar la Torre Eiffel con su familia después de 15 años.

Los sindicatos, a través de esta huelga, buscan destacar las preocupaciones sobre la gestión financiera, argumentando que el Ayuntamiento de París está subestimando los costos de mantenimiento y reparación del monumento. Esta subestimación, según los sindicatos, podría resultar en un mantenimiento deficiente y poner en riesgo la seguridad de los visitantes durante los Juegos Olímpicos.

Con una altura imponente de 324 metros, la torre de hierro forjado construida por Gustave Eiffel en el siglo XIX, atrae a aproximadamente seis millones de visitantes anuales. Este cierre repentino plantea interrogantes sobre la capacidad de París para abordar las preocupaciones financieras y garantizar que la Torre Eiffel, símbolo mundialmente reconocido, permanezca en condiciones óptimas para los turistas y los atletas olímpicos que se esperan en los próximos meses.