De acuerdo al boletín del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En una operación conjunta denominada "Operación Saltadores de Humo", autoridades federales arrestaron a 17 individuos acusados de participar en un esquema para introducir fentanilo, metanfetaminas y heroína desde México a Estados Unidos. Estas sustancias eran presuntamente empacadas en extintores de incendios y camufladas en cargamentos de chatarra metálica.

La audiencia de declaración de cargos para el último acusado detenido está programada para esta tarde, según la acusación presentada por un gran jurado federal. 

La organización de tráfico de drogas utilizaba camiones de carga para importar extintores llenos de drogas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, según documentos judiciales. Durante la investigación de dos años, se llevaron a cabo 13 decomisos que arrojaron aproximadamente 680,992 píldoras de fentanilo, 3 kilogramos de polvo de fentanilo, 17 kilogramos de heroína y 10,418 píldoras de metanfetamina.

Nueve de los acusados fueron arrestados durante operativos policiales que comenzaron el 8 de febrero y continuaron hasta el lunes. Uno de los acusados ya estaba bajo custodia estatal. Siete acusados adicionales son considerados fugitivos y se cree que se encuentran en México.

"Estos acusados utilizaron una red sofisticada para introducir cantidades inmensas de fentanilo en nuestro país", declaró el Fiscal de Estados Unidos, Martin Estrada. "Sabemos que cada píldora de fentanilo puede ser letal, pero a estos acusados no les importó la destrucción generalizada que estaban causando. Nuestra oficina continuará trabajando de manera inteligente y agresiva para llevar a organizaciones internacionales de tráfico de drogas ante la justicia".

"Las fuerzas del orden continúan enfrentando los desafíos presentados por organizaciones de tráfico de drogas cuyos miembros constantemente encuentran formas novedosas de ocultar el veneno que están importando de México a ciudades y pueblos estadounidenses", señaló Amir Ehsaei, el Director Asistente en Funciones de la Oficina del FBI en Los Ángeles. "El FBI y nuestros socios en la Fuerza de Tarea están buscando a siete fugitivos en este caso y piden a cualquier persona con información sobre su paradero que se comunique con el FBI".

La acusación de 15 cargos, incluye diversos delitos relacionados con el tráfico de drogas y una conspiración de lavado de dinero. Los nueve acusados detenidos son:

• - Oscar Ahumada Leyva, 43, de México
• - Miguel Antonio Rabago Valenzuela, 42, de México
• - Gustavo Rivero Rodriguez, 39, de México
• - Carlos Espinoza, 38, de Alhambra
• - Erick Roque Angeles, 39, de Fontana
• - David Sanchez Balderas, 26, de Denver
• - Fernando Salgado, 36, de Riverside
• - Rocio Guadalupe Acevedo Tonche, 32, de Ontario
• - Efren Quibrera Espinoza, 29, de Cudahy

Seis de los acusados fueron detenidos en las regiones de Los Ángeles e Inland Empire. Cinco de ellos ya fueron presentados ante el tribunal, se declararon inocentes y se ordenó que enfrentarán juicio el 2 de abril. Erick Roque Angeles está programado para ser presentado ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Los Ángeles más tarde hoy. Un décimo acusado, Toniel Baez-Duarte, 33, de Apple Valley, ya estaba bajo custodia estatal.

Según una orden de registro de un teléfono incautado cuando se arrestó a Carlos Espinoza la semana pasada, la investigación se centró en Carin Trucking, una empresa con sede en San Diego propiedad de Leyva, que operaba al menos seis camiones que ingresaban regularmente a Estados Unidos desde México para entregar presuntas sustancias narcóticas al área de Los Ángeles. Según la orden de registro presentada el lunes, las drogas, incluidas píldoras falsas de fentanilo, se ocultaban inicialmente en extintores disfrazados como chatarra metálica y posteriormente en extintores que parecían legítimos.

"Los investigadores han observado múltiples transacciones de drogas que involucran a conductores de camiones y sus semirremolques", según la declaración jurada que respalda la orden de registro. "El conductor del camión ingresarla a Estados Unidos desde México, cruzaba la frontera generalmente con una carga de chatarra metálica y, ocultas en su interior, se encontraban extintores de incendios para chatarra que contenían drogas. El conductor del camión se dirigía luego a Los Ángeles para encontrarse con un mensajero, quien recogería los extintores de incendios llenos de drogas para su distribución posterior".