Conocido popularmente como "El de Juan Solado", el Cementerio Municipal #1, situado en la colonia Castillo, ha servido como refugio para algunos indigentes provenientes de la zona centro, principalmente de la conocida como "zona rosa". Además de trabajadoras nocturnas, en este lugar también se encuentran personas sin hogar que deambulan en busca de un lugar donde pasar la noche.

Durante las noches, entre las 10:00 pm y las 12:00 am, se observa a personas deambulando por las calles en busca de refugio dentro de los mausoleos. Aprovechan la oscuridad para ingresar de cualquier manera posible. A pesar de los esfuerzos de los encargados, que encuentran objetos ajenos y proceden a recoger y limpiar, al día siguiente vuelven a aparecer indicios de que alguien ha ocupado algún mausoleo.

“Durante el día no vienen, suelen entrar en la noche cuando no estamos cuidando, pero cuando pasa eso llamamos a policía para que se los lleven, pero no han causado un daño alguno” Testifica el cuidador del cementerio #1, Alfredo.

Los familiares de los difuntos que reposan en el cementerio han demostrado tolerancia ante esta situación, aunque permanecen vigilantes ante cualquier persona sospechosa que pueda perturbar el descanso de las tumbas de sus seres queridos. El descubrimiento de cobijas, juguetes y otros objetos que indican que alguien ha profanado el reposo de los fallecidos genera preocupación entre los parientes. En consecuencia, solicitan a los cuidadores del camposanto que estén alerta y supervisen lo que ocurre entre las tumbas.