El pasado sábado 6 de enero se presentó un reportaje en el medio de noticias estadounidense The Wall Street Journal en el que se afirmaba que el excéntrico multimillonario Elon Musk había abusado sustancias, hábito que provocó la preocupación de los directores de Tesla y SpaceX, compañías para las que es una cara pública.

Esta es solo el último de una serie de escándalos rodeando al CEO de Tesla y fundador de SpaceX. 

Wall Street Journal citó a múltiples personas no identificadas presuntamente cercanas a Musk que estarían preocupadas por su abuso de sustancias, acusándolo, entre otras cosas, de haber utilizado drogas como LSD, cocaína, MDMA, ketamina y hongos alucinógenos. Dichas drogas habrían sido utilizadas en fiestas privadas.

Por su parte Musk negó lo presentado en la nota del Wall Street Journal y afirmó que, debido a que apareció en el podcast de Joe Rogan fumando marihuana, la NASA solicitó que se le realizarán pruebas aleatorias para detectar sustancias durante tres años y durante ese periodo la agencia estadounidense no encontró presencia alguna de drogas en el cuerpo del CEO de Tesla. 

Estas afirmaciones fueron realizadas a través de la cuenta de X de Musk, quién respondía a usuarios discutiendo las acusaciones. 

After that one puff with Rogan, I agreed, at NASA’s request, to do 3 years of random drug testing.

Not even trace quantities were found of any drugs or alcohol. @WSJ is not fit to line a parrot cage for bird 💩

— Elon Musk (@elonmusk) January 7, 2024

Aunque las afirmaciones no pueden comprobarse, ni las de uso de drogas realizadas por The Wall Street Journal, ni la negación de Musk, las mismas podrían tener un efecto adverso para el multimillonario: una pérdida de valor de las acciones pertenecientes a las empresas con las que se relaciona.

Dado que, en gran medida, los valores de las acciones se basan en la especulación, es probable que la presencia en los medios de las afirmaciones contra Musk motive a muchos inversores a vender para prevenir posibles pérdidas.