La tradición de comer 12 uvas en la Nochevieja, especialmente a la medianoche, es una costumbre arraigada en España y otros países de habla hispana. 

La historia detrás de esta práctica tiene varias versiones, pero la explicación más común se relaciona con la llegada del Año Nuevo.

La tradición comenzó en España a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En 1882, hubo un excedente de uvas en la región de Alicante, y los viticultores promovieron la idea de comer uvas como una forma de deshacerse del excedente y, al mismo tiempo, desear buena suerte para el próximo año. La costumbre se popularizó rápidamente y se convirtió en una tradición arraigada.

La explicación de por qué se comen exactamente 12 uvas varía, pero una de las interpretaciones más aceptadas está relacionada con el reloj de la Puerta del Sol en Madrid. Este reloj marca las campanadas para anunciar la llegada del Año Nuevo, y se dice que la idea es comer una uva con cada campanada. De esta manera, las uvas simbolizan cada mes del año que está por comenzar, y se espera que al comerlas se atraiga la buena fortuna.

Así, la tradición de las 12 uvas se ha convertido en una forma popular y festiva de recibir el Año Nuevo en muchos países de habla hispana. La gente se reúne con familiares y amigos para comer las uvas a medianoche, mientras brindan por el nuevo año que se inicia. La costumbre se ha extendido a otras partes del mundo y se celebra de diversas formas según la cultura local.