Alrededor de siete proyectiles de mortero cayeron en el recinto de la embajada estadounidense en Bagdad, capital de Irak, la mañana de este viernes, según información presentada a Reuters por un militar estadounidense, en lo que parece ser el mayor ataque de este tipo en la zona recientemente.

También fueron atacadas varias bases militares estadounidenses en Irak y Siria, en este caso con misiles y drones. Se reportan al menos cinco ataques durante el transcurso del viernes; tres en distintas bases ubicadas en Siria; dos más en la base aérea de Ain al-Asad al oeste de Bagdad. Esta información la reveló un funcionario del departamento de defensa de los Estados Unidos.

Los ataques fueron los más numerosos registrados contra fuerzas estadounidenses en la región en un solo día desde mediados de octubre, cuando milicias alineadas con Irán comenzaron a atacar ubicaciones estadounidenses en Irak y Siria, siendo el motivo de los ataques el apoyo que Washington brinda a Israel para su guerra contra Hamás.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, condenó los ataques en una llamada telefónica con el primer ministro iraquí, Mohammed Shia Al-Sudani, y señaló a los grupos Kataib Hezbolá y Harakat Hezbolá al Nujaba, los cuales están afiliados con Irán, como responsables de los recientes ataques contra personal estadounidense.

"Estados Unidos se reserva el derecho a responder con decisión contra esos grupos", dijo Austin a Sudani, según un comunicado publicado por el Pentágono en el que se resume la llamada.

El ataque a la embajada supuso la primera vez que se disparaba contra ella en más de un año. 

Con información de Reuters.