Hoy, jueves 30 de noviembre de 2023, marca el primer aniversario desde que ChatGPT fue introducido al público general. En un hito histórico el año pasado, una empresa puso a disposición de todos, de forma gratuita, la tecnología generativa de ChatGPT, cambiando la forma en que interactuamos con la inteligencia artificial.

En sus primeros dos meses, ChatGPT conquistó la atención de 30 millones de usuarios, registrando impresionantes 5 millones de visitas diarias. Su versatilidad permitió a los usuarios utilizar el chatbot para una amplia gama de tareas, desde la creación de poesía hasta la realización de trámites burocráticos. No obstante, la perfección sigue siendo un desafío, ya que ocasionalmente emite respuestas incorrectas, y la información que utiliza, en muchos casos, está sujeta a derechos de autor, como varios usuarios han señalado.

A pesar de las vicisitudes, la posición de OpenAI ha sido fortalecida por una colaboración estratégica con Microsoft, que invirtió 13.000 millones de dólares en el desarrollo de la tecnología, implementándola en su propio chatbot, Bing. Este último busca convertirse en un asistente de inteligencia artificial omnipresente en todas las herramientas de la empresa. La competencia en el campo de la IA generativa se intensifica con actores como Google y Meta, e incluso Elon Musk, cofundador de OpenAI, ha lanzado su propio modelo, xAI.

ChatGPT evolucionó a partir del modelo GPT (Generative Pre-trained Transformer), diseñado específicamente para comprender y generar lenguaje humano de manera coherente y contextual. Su objetivo principal era crear una IA que pudiera interactuar de forma natural y útil con los usuarios.

Durante su primer año, ChatGPT experimentó múltiples actualizaciones centradas en mejorar la precisión de las respuestas y superar limitaciones como respuestas inexactas o la generación de contenido sesgado. Su capacidad para comprender el contexto y mantener conversaciones coherentes a lo largo de múltiples intercambios se perfeccionó, transformándolo no solo en un generador de texto, sino también en un asistente virtual capaz de abordar tareas más complejas.

La evolución más destacada fue su mejora en la comprensión del contexto, permitiéndole no solo procesar texto, sino también imágenes y voz. Además, ahora puede conectarse a Internet para ofrecer respuestas basadas en información actualizada en tiempo real.