Un ciberataque provocó que múltiples hospitales en el este de Texas no pudieran recibir enfermos, provocando que las ambulancias en el estado se desviaran de sus destinos durante el pasado jueves 23 de noviembre, cuando se celebra el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos.

El ataque afectó también a hospitales de los estados de Nueva Jersey, Nuevo México y Oklahoma, siendo mucho más extenso de lo que se reportó en una primera instancia, cuando se creía que sólo había afectado a Texas.

Todos los hospitales afectados son propiedad, total o parcialmente, de Servicios de Salud Ardent, una compañía con sede en Tennessee que posee más de dos docenas de hospitales en por lo menos cinco estados. 

El motivo por el que los hospitales no pueden recibir enfermos es porque fueron víctimas de un ataque de secuestro de datos, o ransomware. 

Este consiste en pasar la seguridad de ciertos dispositivos y entonces provocar que los mismos se bloqueen y no puedan ser utilizados. Entonces el atacante pide un “rescate”, una suma de dinero por la cual liberará los equipos. 

Este tipo de ataques fueron bastante comunes durante la duración de la cuarentena por la pandemia de Covid. 

Servicios de Salud Arded confirmó el ataque en una declaración presentada este lunes, agregando que sus hospitales estaban “moviendo pacientes de la sala de emergencias a otros hospitales en el área hasta que los sistemas vuelvan a funcionar”.