El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con su equipo de seguridad nacional, se encuentra en estrecha coordinación con los aliados y socios para evaluar la situación generada por el reciente lanzamiento de Corea del Norte.

En un llamado a la comunidad internacional, instaron a todos los países a condenar este acto y a exhortar a Corea del Norte a participar en negociaciones. La Casa Blanca subrayó que la puerta a la diplomacia no está cerrada y que Washington tomará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad tanto de Estados Unidos como de sus socios.

El martes, las Fuerzas Armadas surcoreanas informaron sobre un nuevo lanzamiento realizado a las 22.43 horas locales desde la costa noroeste de Corea del Norte, en dirección sur. Según la agencia Yonhap, Pyongyang anunció posteriormente que había tenido éxito al poner en órbita un satélite, marcando un logro significativo después de dos intentos fallidos en los meses anteriores. A pesar de que el régimen de Kim Jong Un había notificado a Japón sobre sus intenciones de poner en órbita el satélite entre este miércoles y el próximo 1 de diciembre, el lanzamiento se adelantó ligeramente al plazo previsto.

En respuesta al desafío norcoreano, Washington ha afirmado que la diplomacia sigue siendo una opción viable y ha instado a Pyongyang a cesar inmediatamente sus acciones provocadoras. La Casa Blanca resaltó que Estados Unidos tomará medidas decisivas para garantizar su seguridad y la de sus aliados. Tanto Corea del Sur como Japón, hasta el momento, no han informado de daños como consecuencia de este último acto de provocación por parte de Corea del Norte.