El lunes le magistrade del Tribunal Electoral de Aguascalientes, Jesús Ociel Baena, fue localizade sin vida en su casa con heridas de arma blanca.

 En el domicilio también se encontró el cuerpo de Dorian Daniel Nieves Herrera, pareja de Ociel. La fiscalía estatal comenzó la investigación del caso. Según las autoridades, el asesinato fue presuntamente perpetrado por Dorian Daniel, quien supuestamente se suicidó después de haber atacado a le magistrade, catalogandolo como “crimen pasional”. 

Esta versión del homicidio ha sido cuestionada e incluso el fiscal de Aguascalientes, Jesús Figueroa Ortega, dijo en entrevista con Radio Fórmula que parece “poco creíble”. Sus declaraciones surgieron luego de que las autoridades locales aseguraran que detrás del caso había un “tema personal”.

 Por este motivo, miles de personas se reunieron en distintos puntos de nuestro país para exigir que el caso de Ociel sea investigado con perspectiva de género y como un crimen de odio motivado por la identidad no binaria de le magistrade.

En octubre de 2022, Jesús Ociel Baena se convirtió en le primer magistrade de América Latina y México, el segundo país con más crímenes de odio contra la comunidad LGBTTTQIA+ de Latam, de acuerdo con Forbes.  Antes de su asesinato, Baena solicitó protección del Gobierno de México ante los múltiples ataques y amenazas de muerte de las que fue víctima . 

¿Qué es un crimen de odio hacia la comunidad LGBTQ+?

Un crimen de odio hacia la comunidad LGBTQ+ es un acto delictivo que se comete contra una persona o grupo de personas debido a su orientación sexual, identidad de género o cualquier otra característica relacionada con su condición de ser parte de la comunidad LGBTQ+. Estos crímenes son motivados por el prejuicio, la intolerancia y el odio hacia la diversidad sexual y de género.

Los crímenes de odio pueden manifestarse de diversas maneras, como agresiones físicas, intimidación, acoso verbal, discriminación en el lugar de trabajo o vandalismo. Es importante destacar que estos actos no solo afectan a las personas directamente involucradas, sino que también generan un clima de miedo y discriminación en toda la comunidad.

Muchos países y jurisdicciones reconocen los crímenes de odio como una categoría específica de delitos, y tienen leyes y políticas destinadas a prevenir, investigar y castigar estos actos. Estos esfuerzos buscan proteger los derechos y la seguridad de las personas LGBTQ+ y promover la igualdad y la inclusión.