Antes el presupuesto de México no se discutía, se repartía entre los prianistas y sus contratistas en medio un festín de corrupción; pero ahora el dinero del presupuesto llega directamente al pueblo, afirmó la diputada morenista Julieta Ramírez Padilla al hacer uso de la tribuna en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

 Durante la discusión del dictamen de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 que contempla un gasto público histórico de más de 9 billones 066 mil millones de pesos, el cual fue avalado en lo general y  en lo particular, con 266 votos a favor, 204 en contra y una abstención; la diputada lanzó una serie de señalamientos y acusaciones a los diputados de oposición.

“Nosotros desde el primer presupuesto de la Cuarta Transformación hemos sabido recoger los sentimientos de esta nación, producto de una lucha histórica del pueblo de México”, aseguró, “y plasmarlos en un paquete económico que pone como prioridad a los históricamente marginados”.

Anunció que con este presupuesto 2024 la pensión para adultos mayores aumentará a 6 mil pesos bimestrales beneficiando a los 11 millones de personas de la tercera edad que se encontraban en total abandono durante sexenios anteriores al del actual presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Además, habrá más becas para estudiantes y más apoyos a personas con discapacidad y los 15 mil millones de los fideicomisos que fueron eliminados del Poder Judicial, serán para la reconstrucción de Acapulco, enumeró.

Si ustedes gobernaran, señaló dirigiéndose a los diputados del PRI y el PAN, seguramente el dinero se quedaría en manos de Vicente Fox o de Felipe Calderón y muy probablemente en lugar de tener más becas para jóvenes se tendrían más escuelas privatizadas y menos jóvenes con oportunidades.

“Ahí donde ustedes hubieran hecho su agosto con la tragedia, nosotros vamos a poner a Acapulco de pie”, sentenció.

Finalmente, Ramírez Padilla comentó que si la oposición hubiera continuado en el poder, en lugar de refinería habría más bardas inacabadas y abandonadas en todo el país y en lugar del tren maya existirían más vías férreas concesionadas y en abandono.