Un juez federal en bancarrota y otras finanzas reglamentó el pasado jueves que Alex Jones no podrá escudarse tras una declaración de bancarrota para evitar pagar más de mil millones de dólares en el caso presentado por las familias de las víctimas del tiroteo de Sandy Hook que el presentador de radio perdió.

El caso de Sandy Hook

El viernes 14 de diciembre del año 2012 en la escuela primaria Sandy Hook, ubicada en el pueblo de Newtown en Connecticut, Estados Unidos, Adam Lanza inició un tiroteo en el que fallecieron 28 personas en total, incluyendo al propio lanza. 20 de las víctimas eran niños, el resto adultos.

Lanza había matado a su madre más temprano el día del tiroteo, fue encontrada recostada en su cama durante la investigación policial, con cuatro impactos de bala en su cabeza.

Las afirmaciones de Jones

Alex Jones fue demandado por los familiares de los fallecidos en el tiroteo de Sandy Hook después de que este afirmara que el tiroteo fue falso, un montaje para que el público aceptará con más facilidad la regulación y prohibición de armas en Estados Unidos, entre otras cosas.

Jones, además de ser presentador de radio es considerado un teórico de la conspiración y suele presentar diversas teorías que atraen al público estadounidense en su programa “Infowars”.

Es importante explicar que Jones, pese a ser considerado un teórico de la conspiración, es consciente de que muchas de las teorías de las que habla son falsas y su figura pública es hasta cierto punto un personaje.

Esto se volvió evidente una vez comenzado el juicio, pues una de sus ideas para defenderse fue afirmar que el caso no era una farsa, que en verdad había pasado y que él no podía saber que afirmar lo contrario provocaría una reacción tan intensa de parte de ciertos creyentes de las teorías conspirativas hacia los familiares de los fallecidos en el tiroteo.

El caso contra Jones

Las familias ganaron el caso de difamación a finales del año pasado, lo cuál resultó bastante fácil debido a una multitud de factores, entre ellos que el plan de defensa de Jones fue poco efectivo y que les fue bastante sencillo comprobar los perjuicios causados por sus mentiras.

Después de ser condenado a pagar casi mil quinientos millones de dólares por un juez en Connecticut, Jones se declaró en bancarrota para intentar evitar el pago. 

En mayo de este año las familias demandantes presentaron una moción pidiendo a la corte que forzara a Jones a pagar a pesar de declararse en bancarrota. En caso de que el estado estadounidense aceptara la bancarrota de Jones, este habría podido vender su compañía de radio para entregar el dinero a los demandantes, cantidad que habría sido bastante más baja a lo estipulado por los jueces.

Todo este dinero no va dirigido a una sola familia, la mayoría de las familias que perdieron familiares en el tiroteo de 2012 se unieron al caso y el total presentado es la suma de lo que el presentador de radio debe pagar en total a todas las familias.