El audiorama del trompo se llenó de colores neón con el impresionante juego de luces que acompañó la vibrante música de DLD. El legendario grupo de rock alternativo inició su presentación a las 22:20 hrs, prendiendo enseguida a todos los presentes.

La mayoría del publico eran hombres y mujeres de entre 28 y 30 años, ataviados de cuero y outfits de negro, evocando los momentos de juventud, cuando el rock en español representaba la cumbre de la música en México y los demás géneros pasaban a segundo plano. 

El lugar vibró al inicio de la presentación de DLD. El sonido del bajo y las baterías retumbaba no sólo en el escenario, sino en el cuerpo de cada uno de los asistentes, con el increíble equipo de sonido que acompañaba al grupo.  El animo desbordado de los fans se vio reflejado en todo momento, mientras alzaban las manos, bailaban y se divertían acompañados de las canciones más icónicas del grupo.

Entre sus interpretaciones destacaron canciones como “por siempre “Sigo siendo yo”, “Estaré”, “Hasta siempre”, por mencionar algunas. Las canciones que causaron más euforia en el público fueron “Mi vida”, “Arsénico” y “Todo cuenta”, sencillos más populares de la banda. 

Aunque la interacción con el público no fue mucha, los momentos en los que Francisco, el vocalista, dirigía palabras a los fans era mágico. En una de esas pocas ocasiones, incluso se animó a regalar su uña de guitarra a un miembro afortunado del público.

“Que bueno que hoy es viernes” fue una de las frases iónicas del concierto, pues todos los presentes siguieron con alegría y risas la idea del cantante, gritando lo mismo en respuesta al cantante. Posteriormente iniciaron con la interpretación de su sencillo “Viernes”.

La segunda frase que marcó al concierto fue “nunca nadie se ha muerto de una sobredosis de amor, así que hoy necesitamos que se haga vicio y que no salga caro tampoco. Hoy es gratis”, para dar entrada a su sencillo “Un Vicio Caro es el Amor”, interpretación que llenó de romance el lugar. 

El concierto de DLD fue mágico y lleno de emociones que dio su fin a las 12 de la madrugada en punto, pero que permanecerá en los corazones de quienes asistieron.