La sombra del trágico asesinato de la icónica cantante Selena Quintanilla en 1995 podría alargarse, ya que Yolanda Saldívar, quien fue condenada por el homicidio, podría estar más cerca de obtener la libertad condicional.

El 23 de octubre de 1995, Yolanda Saldívar fue sentenciada a cadena perpetua en uno de los juicios más seguidos y mediáticos de la historia. No obstante, con la posibilidad de salir en libertad condicional después de cumplir 30 años de prisión, ese día se aproxima: el 30 de marzo de 2025.

El investigador y comunicador Alex Rodríguez, conocido por su trabajo en el caso de Selena Quintanilla, reveló que ha mantenido correspondencia con Saldívar y que esta está considerando seriamente solicitar la libertad condicional. Aunque Saldívar ha permanecido en silencio durante la mayor parte de su tiempo en prisión, su interés en obtener la libertad condicional ha suscitado un renovado interés en este caso.

A pesar de que las leyes de Texas permiten que los presos que han cumplido 30 años de sentencia puedan solicitar la libertad condicional, la familia de Selena Quintanilla y muchos de sus seguidores no están de acuerdo con la idea de que Saldívar pueda volver a la sociedad. Argumentan que Yolanda no ha demostrado arrepentimiento y sigue insistiendo en su inocencia, afirmando que el arma se disparó accidentalmente.

El padre de Selena, Abraham Quintanilla, ha expresado sus dudas sobre la liberación de Saldívar, basándose en la falta de remordimiento y las circunstancias que rodean el asesinato de su hija. Sin embargo, la última palabra recae en las autoridades judiciales de Texas.

Yolanda Saldívar, quien previamente fue asistente personal de Selena y presidenta del club de fans de la cantante, fue condenada por disparar y matar a la joven estrella en un motel de Corpus Christi. Selena, una figura prominente en la música tex-mex, perdió la vida a la edad de 23 años, dejando un legado musical perdurable.

A medida que se acerca la fecha potencial de liberación en 2025, este caso continuará siendo objeto de atención y debate en la comunidad latina y más allá. La incertidumbre sobre el futuro de Yolanda Saldívar plantea interrogantes sobre la justicia y la capacidad del sistema legal para manejar casos de esta magnitud.