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Regaló un desayuno a una “abuelita” que le recordó a su madre

CALI - BAJA

29-08-2023


Foto: Cortesía

Foto: Cortesía

Redacción BajaNewsMx
Editorial bajanews.mx| BajaNews
Publicado: 29-08-2023 14:41:43 PDT
Actualizado: 29-08-2023 14:46:43 PDT

Un hombre le invitó el desayuno a una anciana que quería descansar afuera de un restaurante

Cerca de las 11 de la mañana, en Plaza Río, Tijuana, unos minutos parecían detenerse mientras una “abuelita” encontró asiento en las sillas del restaurante. Con la sencillez de quien sólo busca un descanso, lo hizo saber a una de las meseras.

 

De repente, desde el interior del local emergió una voz: "Señorita, pregúntele a la señora qué quiere desayunar. Tome su orden y sírvale, por favor", le pidió amablemente a la mesera.

 

Ambas se dirigieron al interior del restaurante, donde en voz baja la "abuelita" confesó, como compartiendo un secreto, "Yo no pedí nada". En un caminar lento y pausado que reveló el paso de su tiempo, siguió a la joven mesera vestida de azuly negro que, por el contrario, caminó firme y sin lentitud.

 

 

El comensal que dio pie a este acto de generosidad se aproximó con cortesía y preguntó: "¿Cómo se encuentra, señora? ¿Necesita algo? [...] Mi mamá falleció cuando yo tenía 21 años", concluyó poco después, deseándole a la señora una experiencia gustosa y compartiendo una bendición silenciosa.

 

El hombre se despidió, llevándose consigo su mochila y dejando atrás palabras de agradecimiento para los trabajadores del restaurante por su amable trato hacía él y la “abuelita”. No volvieron a verlo.

 

La mujer de 90 años degustó con goce parte de su comida, mientras las atentas meseras se aseguraron de que estuviera cómoda. Lo que no pudo comer lo guardó para después.

 

 

Curioso y con un corazón atento, el narrador de esta historia se acercó a la “abuelita” y le preguntó: "¿Cómo está? ¿Necesita algo?". Las huellas del tiempo marcaron su rostro, pero su mirada irradiaba una calma serena. "Muy bien, gracias. Ya me voy", respondió. Tomó su bolso y emprendió un paso pausado pero decidido hacia el interior de la plaza, en busca de un medicamento.